A partir del 25 de marzo y hasta el 1 de abril, el Teatro de la Zarzuela cumplirá de nuevo con una de sus responsabilidades prioritarias. Recuperará 270 años después de su última representación en 1753, y en este caso para la escena, la zarzuela barroca Donde hay violencia, no hay culpa, con música de José de Nebra y libreto de Nicolás González Martínez, y lo hará bajo el título de La violación de Lucrecia, en un guiño al poema épico de Shakespeare The rape of Lucrece, y a la ópera homónima de Britten.
En esta nueva producción del Teatro de la recién inaugurada plazuela de Teresa Berganza, el punto de partida es la versión del libreto escrita por Rosa Montero –recientemente galardonada con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes–, mientras que en las partes cantadas se mantienen los versos originales que González Martínez escribió para Nebra en 1744.
La dirección de escena y el vestuario de esta recuperación son de Rafael R. Villalobos, que se presenta por primera vez en este escenario; y la edición y la dirección musical —desde el clave— son de Alberto Miguélez Rouco, que también dirige su Ensemble Los Elementos y debuta asimismo en el foso de La Zarzuela como director. La producción, que cuenta con la escenografía de Emanuele Sinisi y la iluminación de Felipe Ramos, goza de un reparto especialmente escogido para abordar con absoluta solvencia y brío este tipo de partitura, y para afrontar la sobrecogedora puesta en escena de la leyenda de Lucrecia. Lo componen cuatro cantantes: María Hinojosa Montenegro (Lucrecia), Carol García (Colatino), Marina Monzó (Tulia) y Judit Subirana (Laureta); y dos actores: Manuela Velasco (Espíritu de la leyenda de Lucrecia) y Borja Luna (Sexto).
Estamos ante una curiosa obra con argumento latino, pero creada para el ámbito privado del duque de Medinaceli en Madrid, cuyo palacio, en la Carrera de San Gerónimo con el Paseo del Prado, estaba emplazado a 300 metros escasos del lugar que más tarde, desde 1856, ocuparía (y hoy sigue ocupando) el Teatro de la Zarzuela. A pesar de los casi tres siglos transcurridos, la música y la retórica de los afectos de esta zarzuela de Nebra aún nos deleitan e invitan a descubrir las percepciones de gusto barroco y preclásico. Y como nos dice la estudiosa Nieves Pascual en sus notas para el programa o en el cierre de su conferencia (disponible en YouTube): «En esta zarzuela, obra ejemplar del teatro lírico español, con música y texto que son patrimonio de ayer, descubrimos la expresión de deseos y pasiones de hoy».
Rafael R. Villalobos, por otra parte, nos recuerda que, además de proporcionarnos el placer de descubrir y redescubrir a Nebra, el proyecto tiene otros puntos interesantes y absolutamente actuales, como puede ser el «entender el espíritu revolucionario que los autores de entonces (siglo XVIII) tenían respecto a los derechos de las mujeres». El director de escena y figurinista afirma que La violación de Lucrecia nos permite asimismo «reflexionar acerca de muchos temas, que van desde la violencia machista a la violencia institucional».
El dolor de entonces, el dolor de hoy
Con esta propuesta volveremos a mirar al pasado para colocar el foco de atención en el dolor de una mujer, Lucrecia, «cuya historia desgranaremos a través del filtro de los dos mil quinientos años de historia transcurridos desde entonces». En este sentido, Villalobos dice que La violación de Lucrecia «es una obra maravillosa, tristemente muy actual, y que un teatro nacional que vela por el patrimonio lírico español decida subirla al escenario y abrace otros acercamientos al hecho lírico es motivo de alegría general».
Por su parte, el Maestro Miguélez Rouco, que el pasado mes de octubre presentó la grabación de Donde hay violencia, no hay culpa (Glossa) también al frente de su grupo historicista Los Elementos, recalca que esta zarzuela nos permite «sumergirnos en la fascinante obra de José de Nebra, cuyo hábil uso de la retórica barroca, su conocimiento de los recursos vocales e instrumentales y su intuición dramática convierten cualquiera de sus obras escénicas en las más brillantes joyas del siglo XVIII español».
Estrenada en 1744, la historia narra las circunstancias y consecuencias de la violación de la virtuosa mujer romana Lucrecia, el mito fundacional de la República Romana, tal como lo transmitió Livio. Estos días el público asistirá en el Teatro de la Zarzuela a una relectura de esta leyenda del siglo primero antes de la era cristiana. Ahora, al igual que hace tres siglos en Madrid o hace veinticinco siglos en Roma —dentro de una especie de espiral de la Historia—, los hechos nos obligan a oír y ver estos acontecimientos para reflexionar sobre la libertad, la conciencia de culpa, la degradación, el poder, la destrucción, el honor o la venganza; todo esto ante el hecho de una violación y de sus consecuencias trágicas para el ser humano.
Emisión en directo online, grabación de radio, ‘Viaje por la zarzuela’ y ‘Entre bambalinas’
La función de ‘La violación de Lucrecia’ del jueves 30 de marzo se emitirá en directo en streaming a través del canal de YouTube, Facebook y la página web del Teatro y quedará disponible en abierto. Esa misma función será grabada por Radio Clásica de Radio Nacional de España para su emisión en próximas fechas.
Asimismo ella está disponible en YouTube la conferencia de la musicóloga Nieves Pascual y en estos días, también el nuevo capítulo de la serie ‘Viaje por la Zarzuela’ con la intervención de Alberto Miguélez Rouco, Rafael R. Villalobos y Rosa Montero. El miércoles 29 de marzo a las 19h00 en el canal de YouTube del Teatro, se emitirá en directo el nuevo encuentro ‘Entre bambalinas’, en esta ocasión con la actriz Manuela Velasco.