El Museo Reina Sofía ofrecerá durante el mes de agosto un ciclo audiovisual titulado Seducción y resistencia. En los límites del pop, coincidiendo con la amplia retrospectiva sobre Richard Hamilton, que se puede ver el Museo hasta el próximo 13 de octubre.
Comisariado por Juan Antonio Suárez, el ciclo está estructurado de forma cronológica y abarca desde mediados de los años cincuenta hasta finales de los setenta, es decir, desde los años en que se fragua el arte pop hasta el ocaso del punk.
Seducción y resistencia comienza con varios documentales realizados por directores vinculados al Free Cinema británico (Karel Reisz y Tony Richardson) y por dos colaboradores del British Film Institute (Alan Tanner y Claude Goretta). Estas películas tratan la ubicuidad de la imagen publicitaria y el ascenso de las culturas juveniles, en forma de música de jazz, rock ‘n’ roll y clubs de baile.
Otros aspectos que abordará el ciclo son el underground estadounidense de Andy Warhol y de los hermanos Kuchar, interesados en subvertir la iconografía y las estructuras narrativas del cine de consumo; los collages fílmicos del canadiense Arthur Lipsett y los estadounidenses Bruce Conner y Stan Vanderbeek; y la sátira de Jean-Luc Godard sobre las transformaciones de la intimidad y el espacio privado promovidas por la tecnologización del hogar.
El ciclo explora varias claves del universo pop, como el estrellato analizado desde una perspectiva más sombría a la que nos tiene acostumbrados. Así nos lo muestran Robert Frank y Daniel Seymour en Cocksucker Blues, un descarnado retrato de los Rolling Stones durante su gira norteamericana de 1973. Mezclando referencias históricas con una feroz mirada a la Inglaterra en crisis de mediados de los setenta, Jubilee, de Derek Jarman, reflexiona sobre la capacidad de las subculturas alternativas de articular una crítica radical desde plataformas populares. La última sesión gira en torno a otra de las obsesiones del pop: la televisión, pero apareciendo dentro de este programa como un medio menos democratizador de la imagen que hasta ahora se tenía de este objeto de consumo.
Como explica el comisario de Seducción y resistencia. En los límites del pop, Juan Antonio Suárez, a menudo se repite que el agotamiento del expresionismo abstracto norteamericano dio a lugar a un arte objetivo, figurativo y abierto a lo cotidiano y popular, que con frecuencia utilizó técnicas de reproducción mecánica y materiales industriales (como la pintura acrílica, la serigrafía, la serie fotográfica, el ready-made masivo), y que indagó en la iconografía de la publicidad y los medios de comunicación de masas. Sin embargo, tras estos mitos del pop existe una genealogía alternativa al surgimiento del movimiento, que resulta más visible si tomamos como referencia al Reino Unido, en lugar de los Estados Unidos, y artistas como Richard Hamilton, en lugar de la los habituales Roy Lichtenstein o Andy Warhol. Desde esta perspectiva, el pop surge no sólo de los vaivenes estéticos que cartografía la historia del arte, sino también de una compleja trama de desarrollos sociales, intelectuales y políticos que deben ser explorados desde otras perspectivas como la historia social, las teorías de género o los estudios culturales.
Este ciclo cuenta con la colaboración de OHL
*El ciclo de cine añade un aliciente más a la amplia programación que el Museo Reina Sofía ofrece a sus visitantes este verano. Además de la exposición con la que Seducción y resistencia se relaciona (la retrospectiva de Richard Hamilton), se pueden ver la Colección y cinco exposiciones temporales más: Playgrounds. Reinventar la plaza (hasta el 22 de septiembre); El tiempo y las cosas. La casa estudio de Hanne Darboven (hasta el 1 de septiembre), y Fotos & libros. España 1905-1977 (hasta el 5 de enero de 2015) en el edificio Sabatini del Museo; y en el Parque del Retiro Kerry James Marshall: pintura y otras cosas (hasta el 26 de octubre) en el Palacio de Velázquez; y Dominique González-Foerster. SPLENDIDE HOTEL (hasta el 19 de octubre) en el Palacio de Cristal.