Una visita a Talamanca (a tan solo 45 kilómetros de Madrid) puede comenzar en el ayuntamiento, antiguas caballerizas del duque de Osuna. Es del siglo XVII y presenta una fachada de ladrillo encalado y cubierto a cuatro aguas. En lo que fueran las cuadras de la planta baja, hoy se ubican las oficinas municipales y el salón de plenos. En la planta superior, lo que hoy es una biblioteca, antaño fue un granero. Seguidamente, tomando la calle Mayor y después la de la Villa, llegaremos a la Bodega del Arrabal, un edificio del siglo XVIII de tres alturas, construido por los monjes del Paular. Está comunicado con la Cartuja por unos túneles subterráneos que se hicieron para facilitar el transporte del vino hasta las tinajas.
Muy cerca de allí, nos topamos con la Puerta Sur, que formaba parte del recinto amurallado. Su arco de medio punto de ladrillo, con basamento de grandes pilones de piedra, fue el punto de partida hacia Toledo y Alcalá de Henares. Sobre el arco aparece un relieve de una virgen con el niño, de origen desconocido, y objeto de distintas leyendas.
Si nos dirigimos hacia la Plaza de la Constitución, nos toparemos con el Ábside de los Milagros, o «Morabito», una iglesia de origen románico-mudéjar del siglo XIII. Es una edificación de muros de mampostería recubierta con ladrillo, que ofrece un gran arco triunfal en la entrada, bóveda de cañón y ábside con bóveda de horno (la parte posterior de éste, se dispone en arcos superpuestos).
Después podemos dirigirnos a la Cartuja, del S. XVII, antiguo granero de los monjes del Paular, estructurado en torno a un patio en forma de «L». De su exterior llama la atención la fachada con su frontón de formas curvas y la mampostería con ladrillo. En el interior, lo más importante es la bodega, el patio con las dependencias de los antiguos cartujos y la capilla del s. XVIII. Se usa en la actualidad como plató de cine. Por cierto, «El Capitán Alatriste» ha sido la última producción cinematográfica que ha acudido a Talamanca para el rodaje de alguna de sus escenas.
Otra visita obligada en Talamanca es a la Iglesia de San Juan Bautista, uno de los pocos restos conservados del románico de la Comunidad de Madrid. Edificada en el XII, sólo se conserva de aquella época su ábside -con cuatro columnas adosadas con basamentos prismáticos y capitales con motivos vegetales- y la pila bautismal, lo demás data del S. XVI. En su exterior, además del ábside, presenta una portada renacentista con frontón triangular. En el interior, muestra tres naves separadas con arcos y columnata que soporta artesonado mudéjar.
Ya en las afueras de Talamanca, nos aguarda la Ermita de la Soledad y el Puente Romano. La primera, es una edificación barroca de planta cuadrada con cubierta a cuatro aguas.
El puente Romano, declarado Bien de Interés Cultural, lo forman cinco arcos de diferentes dimensiones, construidos en piedra caliza por los romanos. A partir de la Edad Media los derechos de pontaje reportaron importantes beneficios económicos al pueblo, puesto que era el paso obligado para conectar Castilla con Toledo. Junto al puente se encuentra el parque de la Chopera, en la ribera del Jarama, lugar ideal para disfrutar de la naturaleza.
En la zona se puede practicar el senderismo y el ciclo turismo (rutas de Talamanca-El Vellón, Talamanca-Valdetorres, El Casar y Talamanca-Torrelaguna) entre alisos, chopos, sauces, fresnos, avutardas, gangas, o alcaravanes. Además cuenta con dos áreas recreativas: la del Puente Romano y la de Huelga de San Bartolomé equipadas con mesas, barbacoas y fuentes.