Palencia, una provincia situada en el corazón de Castilla y León, alberga uno de los patrimonios románicos más impresionantes de Europa. A menudo denominada la «cuna del románico», esta región cuenta con más de 300 monumentos románicos dispersos entre montañas, valles y pequeñas localidades que parecen detenidas en el tiempo.
Historia del Románico en Palencia: un legado de piedra
El arte románico floreció en Europa entre los siglos XI y XIII, y en la provincia de Palencia alcanzó un esplendor excepcional. Gracias a su ubicación estratégica en la ruta del Camino de Santiago y al impulso de la nobleza y la iglesia, esta región vio nacer un sinfín de iglesias, monasterios y ermitas que aún hoy se mantienen en pie.
El románico palentino se distingue por su sobriedad, el uso de piedra caliza y arenisca, y la riqueza escultórica que adorna capiteles, portadas y canecillos. Estas edificaciones no solo servían como templos de fe, sino también como refugios y centros de reunión para comunidades que hallaban en la iglesia su epicentro social y cultural.
Además, el desarrollo del románico en Palencia estuvo estrechamente ligado a los monasterios, como el de San Zoilo en Carrión de los Condes, donde la escultura y la arquitectura alcanzaron un nivel de maestría inigualable.
Si hay un templo que simboliza el románico palentino, ese es la iglesia de San Martín de Tours, en Frómista. Construida en el siglo XI, esta iglesia es un perfecto ejemplo de la pureza del estilo románico. Su equilibrada estructura, sus elegantes torres cilíndricas y la exquisita decoración escultórica de sus capiteles la convierten en una joya arquitectónica única en España.

La iglesia de San Martín de Tours es una construcción románica de planta basilical con tres naves separadas por pilares cruciformes que sostienen arcos de medio punto. La nave central es más ancha y elevada que las laterales, lo que permite la entrada de luz a través de una serie de vanos situados en el clerestorio.
El ábside principal es semicircular y está flanqueado por dos absidiolos más pequeños, característica propia de la arquitectura románica de influencia borgoñona. Destacan sus dos torres cilíndricas en la fachada occidental, algo poco común en el románico español, que recuerda a construcciones monásticas francesas de Cluny.
El exterior del templo está decorado con una rica variedad de canecillos, pequeñas ménsulas esculpidas bajo los aleros del tejado, con motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos que reflejan escenas tanto religiosas como profanas.
Uno de los aspectos más destacados de San Martín de Frómista es la escultura de sus capiteles, que presentan una gran diversidad temática: desde escenas bíblicas hasta representaciones fantásticas de dragones, grifos y sirenas. La influencia del bestiario medieval es evidente en estos relieves, que no solo tenían un propósito decorativo, sino también didáctico y simbólico.
El interior, de una gran sobriedad, conserva la estructura románica original, aunque la iglesia ha sufrido varias restauraciones a lo largo de los siglos. Durante el siglo XIX, el edificio estuvo a punto de desaparecer debido al abandono y las reformas desacertadas, pero fue restaurado en el siglo XX con un rigor que permitió recuperar su esplendor medieval.
Aguilar de Campoo es un punto de referencia para cualquier amante del arte románico. Su imponente Colegiata de San Miguel, con su bella portada románica, se alza en el centro de la villa, mientras que en sus alrededores se pueden visitar numerosas iglesias rurales como Santa Cecilia, con su magnífica espadaña y sus delicados relieves.
Además, la localidad alberga el Centro de Estudios del Románico, un espacio dedicado a la investigación y difusión del patrimonio medieval de la provincia. Aquí se pueden encontrar exposiciones, conferencias y una biblioteca especializada para los más interesados en profundizar en la historia del arte románico.
Uno de los itinerarios menos conocidos pero más fascinantes es la ruta del Valle de Valdavia, donde se encuentran pequeñas iglesias románicas de gran belleza. Entre ellas destacan la Iglesia de Santa María la Real en Perazancas, un templo que destaca por su impresionante ábside y la calidad de sus capiteles y San Pelayo en Arenillas de San Pelayo, un enclave casi escondido que ofrece un ambiente de recogimiento y espiritualidad.
Otro lugar muy interesante es la Iglesia de San Juan Bautista en Santibáñez de Ecla, donde podemos visitar un edificio con una gran portada decorada con un programa iconográfico singular, representando escenas del Antiguo Testamento.
En plena Montaña Palentina, entre paisajes de ensueño, se encuentran algunas de las ermitas románicas más sorprendentes de España. La Ermita de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar, enclavada sobre una peña, es un ejemplo perfecto de la armonía entre arquitectura y entorno natural.
Por otro lado, el Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, es un magnífico complejo monástico que ha sido restaurado y convertido en un centro de interpretación del románico. Sus capiteles, decorados con escenas bíblicas y bestiarios medievales, son de una calidad excepcional.
Carrión de los Condes, una de las paradas clave en el Camino de Santiago, alberga un valioso conjunto de arte románico. La iglesia de Santiago, con su magnífico friso escultórico, es una de las mejores muestras del arte románico en España. También destaca la iglesia de Santa María del Camino, con su elegante portada decorada con arquivoltas y capiteles historiados.

Además, el antiguo Monasterio de San Zoilo, con su impresionante claustro plateresco, fue en su origen un gran centro del románico palentino.
Recorrer el románico de Palencia es adentrarse en un mundo de piedra y espiritualidad, donde cada iglesia, cada escultura y cada rincón cuentan una historia milenaria. Ya sea siguiendo la ruta clásica de Frómista y Aguilar de Campoo o explorando los caminos menos transitados del norte de la provincia, este viaje promete una experiencia inolvidable.
Si eres amante del arte medieval, de la historia o simplemente de los lugares con alma, Palencia y su legado románico te esperan para sorprenderte.