Desde los espectáculos más tradicionales a los más vanguardistas, la Noche de la Cultura ofrece a turistas y locales un amplio abanico de actividades para todos los gustos. Las calles, bares, restaurantes, cafés y parques se convierten en un escenario infinito en el que todo –o casi todo- es posible.
Paralelamente a todos los eventos artísticos, el mismo día tiene lugar en pleno centro de la ciudad la Maratón de Reikiavik. La carrera congrega cada año a más de 3.500 participantes, de los que aproximadamente 500 son extranjeros.
Sin duda, lo más atractivo de esta fiesta es el contexto en el que se desarrolla: bajo el resplandor del sol de medianoche, un fenómeno natural típico de las altas latitudes en verano, que convierte la noche una versión atenuada del día.
El verano, y en particular esta fecha tan señalada, es una oportunidad muy especial para emprender por fin la gran aventura de descubrir Islandia.