París no sería París sin sus jardines al estilo «francés», grandes espacios verdes, encantadores jardincillos ubicados en el corazón de diferentes barrios y, sobre todo, sin sus dos grandes bosques, pulmones necesarios para la respiración de la capital, los parques de París.
Marco ideal para los paseos en familia, en pareja, o solo, estas grandes joyas de verdor luminoso proponen numerosas y originales actividades y, para los que sepan tomarse su tiempo, ocultan pequeños secretos que transforman un hermoso paseo en un paseo sorpresa e inolvidable. Asociados con frecuencia con los grandes momentos de la historia de la Capital, también son lugares de memoria y de cultura, que hay que visitar o volver a visitar.
Los parques de París
Comenzamos nuestro recorrido por los parques de París el Jardin des Tuileries, en el Distrito de Champs-Elysées / Louvre. Uniendo la Plaza de la Concorde al Louvre, este magnifico jardín que se puede atravesar para ir de un sitio al otro, es el más grande de París (25,5 hectáreas).
Creado en 1564 por Catalina de Médicis, modificado por Le Nôtre en el 1664, este museo al aire libre acoge – entre otras cosas – esculturas de Maillol. Antes formaba parte del hoy desaparecido Palacio de las Tullerías. Está ubicado entre el Museo del Louvre (del que le separa el Arco de Triunfo del Carrusel) y la Plaza de la Concordia. Por su costado sur, discurre el río Sena.
Jardin des Tuileries
Place de la Concorde, Paris 1
Metro : Concorde
El Jardin du Luxembourg (Distrito Saint-Germain-des-Prés / Musée d’Orsay / Montparnasse) es menos uniforme que el jardín des Tuileries ya que fue recortado entre los años 1782 y 1866. Con 23 hectáreas sigue siendo uno de los parques de París más bellos. Apodado familiarmente Luco, es el jardín del Senado francés, cuya sede se encuentra en el Palacio de Luxemburgo.
Los jardines incluyen varias zonas de juegos cercadas, muy populares entre los más pequeños y sus padres, y cerca hay un excelente teatro de guiñol y un tiovivo. Los niños pueden dar paseos en poni y en burro. Además, se dan actuaciones musicales gratuitas en un quiosco y hay un restaurante cerca, bajo los árboles, con mesas tanto en el interior como al aire libre, para poder escuchar la música mientras se disfruta de un vaso de vino. Existe otra cafetería-restaurante en otra parte del jardín.
El jardín es agradable por su tranquilidad. Los niños juegan con barcos en miniatura en el pequeño estanque, y se pueden alquilar pequeños veleros. El jardín contiene numerosas estatuas y esculturas. Rodeando los parterres centrales, hay una serie de estatuas de antiguas reinas francesas.
Se dan clases de iniciación a la apicultura, con varias colmenas, y hay una escuela gratuita de horticultura. Ésta gestiona un huerto de más de 1.000 árboles frutales que alberga una valiosa colección de antiguas especies de manzanos y perales. Las clases de ambas escuelas se dan en el pabellón Davioud, un pequeño edificio levantado en 1867 para albergar un café-restaurante. El jardín cuenta con canchas de tenis, baloncesto y de juego de palma, y se practican artes marciales en zonas habilitadas.
Los invernaderos actuales fueron creados a finales del siglo XVIII, en el emplazamiento de un invernadero anterior que pertenecía a un convento de cartujos. Allí se cultivan las flores que sirven para los parterres del jardín y para la decoración del Senado. Cuenta desde 1838 con una colección de más de 10.000 orquídeas. La Escuela Nacional Superior de Minas de París y el Teatro del Odeón están al lado del Jardín de Luxemburgo. El horario de apertura del parque depende de los horarios de luz solar y varía según la estación del año: se abre entre las 7:30 y las 8:15 de la mañana, mientras que se cierra entre las 16:30 y las 21:30 de la tarde.
Jardin du Luxembourg
Rue de Médicis Rue de Vaugirard
Metro: Odéon
El Jardin des plantes / Cabinet (Notre-Dame / Quartier Latin) es especialmente interesante para los amantes de la botánica; este jardín fue heredero del jardín real de plantas medicinales creado por Luis XIII en 1635. El Jardin des Plantes está abierto al público desde hace unos cuatrocientos años. Un lugar único dentro de los parques de París dotado de un patrimonio excepcional, un lugar de ciencias y de vida. Se visita a lo largo de todo el año, con sus flores alpinas, sus rosas, su laberinto, sus invernaderos y sus impresionantes jardines. Se proponen animaciones todo los miércoles. Es a la vez un lugar de descanso y de cultura. Una sorpresa para los turistas y muy recomendable.
Una gran vista panorámica se extiende desde la Gran Galería en la plaza Valhubert, cerca de la orilla del Sena. Sus parterres a la francesa están bordeados por hileras de Plátanos de Indias. A partir del mes de abril, los parterres están en flor. Las colecciones de flores cambian regularmente, totalizando unas mil variedades de plantas cultivadas. La perspectiva se divisa en dos explanadas: la explanada Milne-Edwards, con el nombre del director del Museo de 1890 a 1900, que se encuentra en frente de la Galería, y la explanada Lamarck, del lado del Sena. La explanada Milne-Edward sobre la zooteca situada en el subsuelo, que reúne unos cientos de miles de animales disecados, insectos, serpientes, reptiles y mamíferos. Frente a la Galería, en el cabecero de esta explanada, se encuentra una estatua en bronce de Buffon, obra de Jean Carlus (1908).
Los tres invernaderos que poseen una armadura metálica, se encuentran alineados a lo largo de la perspectiva. De entre ellos, dos se encuentran abiertos al público: El jardín de invierno (750 m²), de clima cálido y húmedo (22 °C). De estilo art déco, el invernadero es obra del arquitecto René Berger (1937). Aquí se encuentran las plantas trepadoras, los ficus, las palmeras y las bananeras. El invernadero mexicano, obra de Rohault de Fleury (1834–1836), precursor de la arquitectura metálica en Francia. Aquí se reagrupan las especies características de los medios áridos de las Américas, África meridional y Madagascar: cactus, euphorbias, agaves y también aguacates, cafetos ó papayas. El tercero, es el invernadero australiano, igualmente con trazado de Rohault de Fleury.
La ménagerie («casa de fieras») es uno de los más antiguos parques zoológicos del mundo: se creó en 1795 por la iniciativa de Bernardin de Saint-Pierre, los fondos del parque estaban formados por los animales que se transfirieron desde la «ménagerie» real de Versalles y de las casas de fieras privadas y extranjeras. Actualmente alberga unos 1.100 animales, entre mamíferos, reptiles y pájaros, con unas 5,5 hectáreas de extensión, antiguamente ocupadas por los aserraderos de madera. Su cometido actual es el de preservar las especies en vías de extinción, como por ejemplo el caballo de Prjevalski, en coordinación con otras instituciones pertenecientes al museo. La casa de fieras abarca también un microzoo, donde se encuentran los artrópodos que nos acompañan en nuestra vida diaria, visibles con lupa binocular, así mismo un vivarium compuesto de reptiles de pequeño tamaño, de anfibios y de insectos.
El jardín alpino, se creó en 1931, con la intención de estudiar las plantas arbustivas y herbáceas de media montaña del mundo entero (Himalaya, Alpes, Córcega, etc.) Alberga más de 2.000 plantas en dos zonas conectadas por un pasaje subterráneo. En el jardín se encuentra un árbol de pistachos macho, a partir del cual el botánico Sébastien Vaillant puso en evidencia la sexualidad de los vegetales en el siglo XVIII.
Jardin des plantes / Cabinet
57 rue Cuvier
Metro: Gare d’Austerlitz
Para conocer otro de los parques de París, viajamos hasta el distrito de Champs-Elysées / Louvre para conocer otra joya de la jardinería parisina, el Jardin du Palais-Royal. Creados por orden del cardenal Richelieu en 1633, el Palais Royal y sus jardines acogieron a las familias reales hasta la construcción de Versailles. Prestigiosos pero tranquilos, los jardines están rodeados por un espléndido conjunto arquitectural que mira hacia el futuro con sus esculturas contemporáneas de Buren y de Bury.
Place du Palais Royal
Metro: Palais Royal Musée du Louvre
En el Jardin d’Acclimatation (Tour Eiffel / Trocadéro) disfrutarán sobre todo las familias, es un jardín donde los niños, padres y abuelos se sentirán en seguida como en casa, en un mundo de ensueño a la vez familiar y fantástico. El jardín ha sabido conservar su vocación pedagógica de originen y propone cantidad de recorridos de juegos en un lugar protegido, a dos pasos de la Porte Maillot. Numerosas animaciones se proponen a lo largo de todo el año. Inaugurado en 1860 por Napoleón III, al mismo tiempo que el Bois de Boulogne, el jardín zoológico de aclimatación conservó su vocación pedagógica. Numerosos talleres lúdico-educativos se organizan aquí. Uno de los parques de París más recomendable.
Jardin d’Acclimatation
Bois de Boulogne
Metro: Les Sablons
El Parc Floral de Paris (Bercy / Tolbiac / Bois de Vincennes) fue creado en 1969, con ocasión de las Terceras Florarías Internacionales. Es un paisaje en perpetuo movimiento, un lugar único de observación, y sobre todo de descanso para los aficionados del arte floral y de los paseos en contacto directo con el verde. Forma parte del jardín botánico de París , junto con el parc de Bagatelle, l’École du Breuil y el Jardín de los Invernaderos de Auteuil. Una maravilla que nos enamorará sin remedio. Cuánta belleza en uno de los parques de París más emblémático.
Parc Floral de Paris
Esplanade du château de Vincennes Route de la Pyramide
Metro: Château de Vincennes
Con más de cuatrocientos parques y jardines, París es la capital más arborizada de Europa… Para ayudarle, le indicamos el significado de sus nombres: los más pequeños son los llamados «squares», los medianos se denominan «jardins» y los más grandes, «parcs», sin contar, como dijimos, con los dos bosques que rodean París. Se puede llegar a los espacios verdes de París tanto en metro como en autobús. Su infinidad de árboles de especies múltiples y lejanas y sus macizos de flores y plantas multicolores, ofrecen auténticos momentos de relajación y descubrimiento, a lo largo de sus avenidas encontrará estatuas y esculturas originales, estanques y fuentes, grutas y cascadas…
Adéntrese en las majestuosas estructuras de hierro y cristal de los invernaderos que cobijan plantas exóticas. En verano, en los quioscos y en el césped tocan orquestas de jazz, música étnica o clásica para momentos de regocijo. Los niños cuentan con espacios de juegos, paseos en ponis y columpios o tiovivos. Se organizan numerosas visitas guiadas: encontrará los programas en las oficinas municipales de distrito y en los puntos de información de la Oficina de Turismo.
Una invitación para el buen gusto y una tentación para los sentidos, París es una grandiosa ciudad que nos espera con los brazos abiertos.
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo y Congresos de París