El Palacio Nacional de Queluz, Residencia Real
El Palacio Nacional de Queluz, ubicado entre Sintra y Lisboa, nos da la oportunidad de comprobar en primera persona cómo era la vida de la familia real portuguesa entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, un periodo de gran importancia histórica para Portugal, con el paso del Antiguo Régimen al Liberalismo.
El Palacio, inicialmente preparado para ser únicamente residencia de verano, se acabó convirtiendo en el espacio favorito de ocio y descanso de la familia real, lo que derivó en que la familia real viviera en él de manera permanente desde 1794 hasta 1807, cuando las tropas francés entraron en España y, solo un día antes de la llegada a Lisboa de las tropas napoleónicas comandadas por el general Junot, la corte portuguesa se trasladó a Brasil.
Los principales arquitectos del recinto son los portugueses Mateus Vicente de Oliveira y Manuel Caetano de Sousa, además del francés Jean-Baptiste Robillon. Destacamos la armonía y la conjunción perfecta entre los edificios y los jardines (de estilo francés). Todas las fachadas miran hacia ellos. Las esculturas son espectaculares y forman parte de un conjunto de calles con un perfecto trazado geométrico. Estanques y fuentes con preciosos juegos de agua dan aún más colorido a un lugar muy bello.
En el interior del Palacio descubriremos los espacios de trabajo, oración y estancias privadas, a través de una sucesión de habitaciones y salas donde sobresalen las preciosas lámparas de araña y el mobiliario de inspiración oriental.
Tal es la belleza y funcionalidad del Palacio (fue declarado Monumento Nacional en 1910 y es miembro de la Asociación de Residencias Reales Europeas desde 2013) que el mismo Napoleón pensó en instalarse aquí cuando tuviera que viajar a Lisboa. Proyecto que al final no se llevó a cabo.
En los jardines del Palacio Nacional de Queluz tiene su sede la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre quien ofrece espectáculos y entrenamientos abiertos al público, en el Picadero Henrique Calado (en Calçada de Ajuda, en Belém).
Conociendo el Palacio Nacional de Queluz a través de nuestros ojos
A través de la visita guiada (documentada profusamente tanto en formato escrito como con audio guías) iremos pasando por la Sala del Trono, la Sala de la Música (1759), la Capilla, la Sala de la Linterna (donde la familia real podía asistir a los oficios eclesiásticos sin ser vista), los Aposentos de la Princesa María Francisca Benedita, las Salas de Fumar y Café, el Comedor, la Sala de las Porcelanas, el Corredor de los Azulejos, la Sala de la Antorcha, la Sala de los Arqueros, la Sala de los Particulares, la de los Embajadores (también conocida por la Sala de las Columnas o de los Saraos, en referencia a los conciertos organizados por D. Pedro y Maria I) y el Pabellón Robillion (donde se encontraban los aposentos privados de muchos monarcas: desde Pedro III a João VI, Carlota Joaquina de Borbón, D. Miguel o Pedro IV).
El Pabellón es sensacional y de él forman parte la Sala del Despacho, la Sala de las Azafatas, la Sala de las Meriendas, el Cuarto D. Quixote, el Oratorio, el Cuarto de la Reina y el Tocador de la Reina.
Pedro IV y su relación con el Palacio Nacional de Queluz
Lugar que merece mención aparte es la habitación conocida como “Cuarto D. Quixote“ donde el rey Pedro IV (primer emperador de Brasil) falleció víctima de tuberculosis, curiosamente en el mismo aposento donde había nacido 36 años antes.
Estamos sin duda ante uno de los lugares con más historia por contar de todo Portugal. Como imagen descriptiva de la belleza del entorno destacamos la Fuente de Neptuno, un majestuoso conjunto escultórico en piedra (1677) con Neptuno rodeado de tritones y la Gran Cascada (espectacular su sistema de juegos de agua y lagos). Conocido como el Versalles portugués, el Palacio Nacional de Queluz es sin duda un referente de la arquitectura palatina del siglo XVIII en toda Europa.
El Palacio Nacional de Queluz está gestionado por Parques de Sintra-Monte da Lua, S.A. (PSML), una empresa sin ánimo de lucro, con capital público, creada en el año 2000.
Fotografía y documentación: Carolina Hernández
Más información: http://www.parquesdesintra.pt/es/