A principio de los años 50 y 60, con la introducción de la música pop en la escena egipcia, la música folclórica paso a un segundo plano. En los últimos años sin embargo, El Cairo se ha hecho el epicentro del renacimiento de música folclórica, como parte de una tendencia creciente para conservar la herencia egipcia musical y asegurar su continuación en el futuro.
Muchos centros culturales ofrecen conciertos de cantantes de música folklórica. Con tantos tipos de música dónde escoger, se hace difícil decidirse por algún grupo. Por suerte, hay ciertos centros de música y compañías que se sitúan a la vanguardia del movimiento de renacimiento en El Cairo.
Uno de los centros más conocidos que conducen la música folclórica es el Centro de la Música folclórica egipcia. El centro se fundó oficialmente en el 2000 y desde entonces, ha estado apoyando a un gran número de bandas musicales.
El más famoso de estos grupos es Tanbura., grupo que mezcla canciones antiguas folclóricas con música de su ciudad natal, Port Said. Sus miembros son muy diferentes, tanto jóvenes como mayores con un fondo muy diferente cada uno. Los músicos más veteranos bailan y cantan al son de instrumentos de percusión tradicionales y el melódico simsimiyya, un instrumento de cuerda que se parece a un arpa pequeña. Las divertidas canciones interpretadas por Tanbura se remontan a principios de los años 1930, cuando el simsimiyya se introdujo en Port Said por primera vez.
Otro grupo muy importante, que cuenta con una gran cantidad de seguidores es Rango. Su nombre es, en realidad el de un instrumento muy similar a un xilófono que proviene de Sudán. Actualmente el rango se toca en bodas y se acompaña con otros instrumentos tradicionales y de canto. El grupo cuenta con tres rangos, y son realmente los responsables de que la banda siga viva. Hay que destacar también Nubian, NobaNoor y Bedouin más conocida como Bedouin Jerry-Can. Son un colectivo de músicos, poetas procedentes del desierto del Sinaí. La banda mezcla los sonidos de el simsimiyya con tambores tradicionales como el tabla, las flautas del desierto y bidones que fueron dejados en el desierto después de la guerra de 1967. Junto con sus canciones que relatan historias de viejas tribus árabes y el folclore místico beduino, y el toque metálico de los bidones produce sonido tan diferente que el público adora. NobaNoor, fundado en 1962, ofrece un repertorio casi inalterado de canciones clásicas. Sus canciones giran en torno a amor, acompañadas por el tradicional tambor Nubain, hecho con la piel de cabra y madera.
Otro centro respetado que apoya la música folklórica es el Centro Egipcio para la Cultura y el Arte (ECCA). El ECCA coordina sus esfuerzos y los talentos de varios músicos de la región del delta del Nilo. Aquí se formaron grupos como Mawawil, que significa balada narrada. Dan salida a las canciones más tradicionales familiares y conocidas en la sociedad egipcia. Acompañada por instrumentos tradicionales como el arghoul, un doble clarinete, El ECCA también ha introducido a Nass Makan. Representan varios tipos de música folklórica, del campo al sudanés. Combinación de nuevos y viejos cantantes que uniendo canciones tradicionales con instrumentos modernos como saxofones y guitarras, hacen que la gente joven empiece a adorar la música folklórica del país.
Por último, una de las más apreciadas por el público de la música folklórica es el Sufi. El Mastaba apoya el Sufi giratorios que combinan la música sudanesa y egipcia para crear uno de los sonidos más seductores con los que los bailarines giran.
Se utiliza para inducir el despertar espiritual. La música Sufi a diferencia del resto de música folklórica de Egipto combina el baile con la canción con el objetivo de alcanzar un estado de meditación espiritual. En el Sama´Khana o Teatro Sufi se celebran todas las semanas representaciones.
Más información en la Oficina de Turismo de Egipto: http://www.egypt.travel/