Esta modalidad de compra permite a los clientes hacer la reserva de forma mucho más cómoda e inmediata, al disponer de 24 horas al día para hacerla fácilmente. Los billetes pueden imprimirse en casa, en una hoja DIN A-4, lo que facilita también el acceso a los trenes.
A través de la web de Renfese pueden comprar billetes para todas las clases del ‘Trenhotel’: la Gran Clase, que incluye en el precio del billete la cena y el desayuno en el restaurante; la Clase Preferente, que incluye en el precio el desayuno; la Clase Turista y las butacas superreclinables.
También las diferentes ofertas que Elipsos propone, como la tarifa Mini, la Dúo o la Familia están disponibles en la venta por Internet.
Elipsos es una empresa participada al 50% por Renfe y por los ferrocarriles franceses (Sncf) y gestiona cuatro Trenhotel que enlazan España con Francia, Suiza e Italia: Trenhotel Francisco de Goya: Madrid-París, con paradas intermedias en Valladolid, Burgos, Vitoria-Gasteiz, Poitiers, Blois y Orleans; Trenhotel Joan Miró: Barcelona-París, con paradas intermedias en Girona, Figueres, Limoges y Orleans; Trenhotel Pau Casals: Barcelona-Zúrich, con paradas intermedias en Girona, Figueres, Perpignan, Ginebra, Lausana, Friburgo y Berna y el Trenhotel Salvador Dalí: Barcelona-Milán, con paradas intermedias en Girona, Figueres, Perpignan, Bardonecchia, Turín y Novara.
Además, los destinos Elipsos permiten combinaciones con otras ciudades y puntos de interés. Así, el viaje a París permite desplazarse a Disneyland Paris, el Parque Astérix o gracias a la buena infraestructura ferroviaria francesa, a prácticamente cualquier lugar de Francia. Pero también a Bruselas con el TGV o a Londres con el Eurostar.
Por su parte, la parada de Poitiers ofrece la posibilidad de visitar Futuroscope y las de Blois y Orleans permiten descubrir el Valle del Loira, Patrimonio de la Humanidad con sus múltiples ofertas culturales, cicloturistas o de naturaleza.
En el caso de Suiza, el Trenhotel Pau Casals cruza prácticamente toda Suiza, desde Ginebra a Zúrich y las conexiones ferroviarias suizas acercan al viajero a cualquier punto del país, ya sea en ciudades y pueblos, ya sea a los puntos vacacionales más excepcionales, incluidos los de alta montaña.
Italia, donde la Alta Velocidad permite ya desplazarse desde Turín y Milán a Roma en poco más de cuatro horas, también ofrece muchas opciones. Las paradas de Bardonecchia y Turín, con el cercano Valle de Aosta y las de Novara y Milán, permiten conexiones rápidas a ciudades como Brescia, Verona, Venecia, Florencia, Bolonia o la mismísima Roma y a lugares de tanta tradición turística como los lagos alpinos del norte de Milán.
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