Leiden una ciudad de la provincia de Holanda Meridional en los Países Bajos, vinculada por tradición al comercio y a la vida universitaria. Su ubicación privilegiada en un ramal del Rin, la convirtió en la Edad de Oro en el enclave comercial más importante del mundo.
En cuanto a la vida universitaria, la universidad de Leiden es la más antigua de Holanda. Sus orígenes se retrotraen a 1575 cuando, un año después de que los mendigos del mar liberaran a la ciudad del asedio español, en contraprestación a la resistencia de los habitantes de Leiden, Guillermo de Orange les dio a escoger entre: la exención fiscal o la creación de una universidad.
Leiden, ciudad universitaria con solera
Eligieron la universidad, y al hacerlo se convirtieron también en uno de los grandes centros intelectuales y espirituales del país. La reputación de ciudad tolerante de Leiden atraería, en el XVII, a los disidentes puritanos ingleses antes de partir hacia su aventura americana.
Los orígenes de la ciudad se remontan a la época de los romanos, si bien la ciudad se levanta en una colina artificial, en el siglo IX, en la confluencia del Viejo y Nuevo Rin. Allí se erigió un castillo, De Burcht, habitado por un vasallo del obispo de Utrecht, que a partir de 1100 perteneció del conde Holanda.
Los vizcondes, representantes de los condes de Holanda, administraron la ciudad hasta 1420. Ésta, tenía ya derechos municipales desde comienzo del XIII y una pujante industria textil. Tal fue el crecimiento de la ciudad, que a finales del XIV se expandió con la ampliación entre el canal Rapenburg y el Witte Singel. En 1420, Leiden pasa a manos del duque Jan van Beieren, quien siguió promoviendo la actividad textil. Durante la Guerra de los Ochenta Años, Leiden participó de forma destacada al posicionarse en 1572 del lado de los rebeldes neerlandeses.
Así, a Luis de Requesens no le queda más remedio que sitiar la ciudad en 1574, desde mayo hasta octubre, fecha en que la ciudad se libera gracias a la eliminación de los diques (lo que permitió el acceso de botes con vituallas para los habitantes de Leiden). En agradecimiento por su resistencia, es cuando Guillermo de Orange les ofrece la universidad. La liberación de la ciudad, hoy se sigue celebrando por todo lo alto cada 3 de octubre. En el Museo Lakenhal se encuentra el gran caldero de bronce que dicen dejaron abandonado los españoles en su huida. El estofado con especias que contenía es la versión del que hoy se come en cada casa cada dicho 3 de octubre.
Con la universidad, llegan a la ciudad estudiantes y profesores que contribuyen, con sus casas en los canales, a dar personalidad propia a la ciudad. Si bien el gran apogeo de la ciudad llega en el XVII, con la expansión demográfica, industrial y comercial. Durante el Siglo de Oro holandés, Leiden pasó a ser la segunda ciudad más grande de Holanda. Su crecimiento poblacional obligó a construir canales y canales circulares «singel» que rodeaban las ciudades. En el centro de Leiden, hoy se puede contemplar el diseño «singel» finalizado en 1659.
Por esas fechas, es cuando llegan a Leiden los Padres Peregrinos y algunos de los primeros colonos de Nueva Amsterdam, antes de zarpar a América. Uno de los artífices de aquel viaje fue John Robinson quien funda, en 1606, una iglesia en Leiden desde donde promovió la esperanza del Nuevo Mundo. Los Peregrinos partieron en 1620 desde Delfshaven, a bordo del Speedwell, pero la expedición resultó un desastre. Al final, se decidieron por Plymouth, en el Mayflower, aunque sin Robinson muy enfermo ya, y quien moriría pocos años después en Leiden.
El comercio en Leiden, un lujo al alcance de todos
Durante el XVIII la industria textil sufrió un duro revés por la competencia francesa y la presión fiscal, lo que redundó en el descenso demográfico. La llegada del ferrocarril en 1842, mejoró algo la economía, si bien la población permaneció estancada. Ya en abril de 1848, J. R. Thorbecke escribe la Constitución de los Países Bajos en su casa de la calle Garenmarkt, 9 en Leiden. Durante la Segunda Guerra Mundial los alrededores de la estación y el Marewijk (actualmente los alrededores de las calles Schuttersveld y Schipholweg) quedaron destrozados por los bombardeos aliados.
Hoy, el XXI, Leiden es sobre todo una ciudad universitaria y comercial. No en vano, cuenta con la calle comercial más larga de de los Países Bajos, y posiblemente de Europa, la Haarlemmerstraat, con casi un kilómetro de longitud. En la actualidad, es posible conocer cómo era esa próspera ciudad del XVI-XVII, ya que por culpa de la recesión económica, desde finales del siglo XVII hasta principios del XX, gran parte del centro quedó intacto.
Así pueden visitar el Stadhuis de Lieven de Key, el ayuntamiento con la fachada renacentista más ancha de los Países Bajos; la Casa de Pesos y Medidas obra de Pieter Post y el canal Rapenburg con el Edificio de la Academia, el más antiguo de la Universidad de Leiden.
¿Qué hay que visitar en Leiden?
Otros edificios de interés son: el Viejo Observatorio; los molinos: Molen de Valk, que funciona como museo y el Molen de Put, cerca de la estación central; la Escuela Latina, el antiguo liceo donde Rembrandt estudió; el antiguo Juzgado y la Pesthuis («la casa de la peste»), del siglo XVII, edificado a las afueras de la ciudad para curar a los pacientes de peste bubónica, mas nunca tuvo tal uso porque nada más terminarse de construir la enfermedad desapareció (hoy forma parte del Museo Nacional de Historia Natural Naturalis (Nationaal Natuurhistorisch Museum Naturalis).
En cuanto a las fortificaciones, destaca el Burcht, el castillo, fortaleza del XII que conserva intacta una muralla circular con almenas y que ofrece unas espectaculares vistas del centro de Leiden. No deben perderse tampoco la Pieterskerk (iglesia de San Pedro), iglesia gótica cruciforme, vinculada con el origen del símbolo de la ciudad, las dos llaves cruzadas, del XV, y que se alza en mitad de una pintoresca plaza.
En su día, tuvo una de las torres más altas de los Países Bajos, 100 metros, pero una tormenta se la llevó en 1512, sin que fuera reconstruida. En su interior, resaltamos un órgano de registro medio de Van Hagerbeer y el solado de la nave que está formado por viejas piedras que indican las tumbas de personajes relevantes como Robinson, Boerhaave, medico eminente, Jan Steen, el artista y la tumba intacta más antigua de Holanda, el mercader Floris van Buschuyse y su esposa del XV.
En los alrededores del Pieterskerkhof, hay anticuarios interesantísimos, cafés y restaurantes donde descansar un rato y reponer fuerzas. También el Hoogstraat, es famoso por sus terrazas flotantes y restaurantes.
Por último recomendamos la visita a alguno (o a todos, según el tiempo del que dispongan), de los muchos museos de la ciudad: El Museo Nacional de la Antigüedad (Rijksmuseum van Oudheden), posee una maravillosa colección de egiptología -no se pierdan el templo de Taffeh-, de Oriente Medio, de Antigüedad Clásica y arqueología holandesa. El Naturalis, el Museo Nacional de Historia Natural, es uno de los favoritos del público por la didáctica forma de explicar la evolución, sobre todo a los más pequeños. Además, es la tercera colección de historia natural más grande del mundo, tras el Smithsonian en Washington y el Museo de Historia Natural en Londres.
El Jardín Botánico de Leiden (Hortus Botanicus Leiden), el más antiguo de los Países Bajos (1590), se creó como fuente de estudio universitario. Aquí impartió clases Carolus Clasius, el introductor del tulipán en Holanda y primer profesor de Botánica de la universidad. Hoy podemos contemplar una réplica del jardín del profesor, invernaderos tropicales, una hermosa rosaleda, árboles centenarios como un laburno de 1601 y un jardín japonés de Von Siebold.
El Museo Nacional de Etnología (Rijksmuseum voor Volkenkunde), con varias salas temáticas de culturas no occidentales: Japón, Indonesia, Oceanía… El Museo Boerhaave, un viaje por la historia de la ciencia y la medicina holandesa.
Y el Museo Municipal «De Lakenhal» (Stedelijk Museum De Lakenhal), en su día el centro de la vida comercial y hoy museo de historia y artes plásticas. Su visita es una buena oportunidad para conocer la historia de la ciudad. Aparte de albergar el fabuloso tríptico de Van Leyden, el Juicio Final, o notables obras de Rembrandt o Doesburg.
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de Holanda
Web: www.holland.com