Los participantes, que superarán los 10.000 en esta edición, competirán en pruebas individuales y por equipos representando a cada uno de sus países. Los más de 25.000 espectadores que se espera que asistan a las pruebas tendrán la oportunidad de animar a sus competidores en cada una de las 42 emblemáticas sedes que la organización ha designado.
Los aficionados que decidan acudir a Belfast podrán asistir a competiciones de deportes tan dispares como kayak, lucha libre, tenis, baloncesto, fútbol o rugby, además de las clásicas pruebas de atletismo y natación. También se podrán presenciar pruebas en las que los competidores mostrarán su destreza en actividades que forman parte de su duro día a día, como es el caso de las carreras subiendo escaleras a edificios de más de cuarenta plantas con veinte kilos a la espalda.
Irlanda del Norte recibirá a los participantes de los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos con simpatía, hospitalidad y la admiración que un pueblo noble como el irlandés sabe ofrecer. Los policías y bomberos españoles, tratarán de confirmar, en esta nueva edición, la buena forma mostrada en los últimos campeonatos de Europa celebrados el año pasado en las Islas Canarias.
En un ambiente amistoso y festivo, la competitividad queda reservada para el momento de las pruebas, con la única certeza de la capacidad de esfuerzo de aquellos hombres y mujeres que acostumbran a salvar vidas en su día a día.
Acudir a Belfast en agosto es la ocasión ideal para aplaudir a esos héroes cotidianos en su admirable esfuerzo por superarse a sí mismos y a sus rivales. Hacer deporte en Irlanda es la oportunidad idónea para romper los límites personales en un entorno en el que controlar la respiración y la cadencia cardiaca es la única preocupación del atleta. Los focos ya están encendidos, solo los gritos de la afición romperán la calma de la Isla Verde.