Aquí arriba los colores se vuelven más intensos, el cielo es de un color azul intenso y la nieve brilla que parece una alfombra sembrada de diamantes. Dada su cercanía con Innsbruck, el Skylinepark de la Seegrube/Nordkette es conocido como “incity”. La espectacular vista sobre la ciudad atrae tanto a esquiadores como a los amantes del sol que acuden a la gran terraza panorámica situada a 1.400 m de altitud que permite contemplar el centro de Innsbruck a vista de pájaro.
Cuando la noche parece de día, esto es lo que pasa cuando esquiamos o bajamos con el snowboard por las pistas con iluminación nocturna. El esquí nocturno es una experiencia que nadie tiene que perderse. Al igual que las bajadas en trineo nocturnas, que empiezan con una buena caminata hasta un refugio donde reponer fuerzas antes de emprender la merecida bajada al valle montado sobre un trineo. Algo más tranquilo, muy romántico e idílico son las salidas con trineos tirados por caballos o las excursiones con raquetas de nieve por silenciosos bosques nevados. Numerosos senderos preparados para excursiones por la nieve y pistas de esquí de fondo, incluidas las pistas de esquí de fondo de alta montaña que gozan de vistas panorámicas, complementan la oferta invernal de Innsbruck y sus pueblos.
Los 25 pueblos que rodean Innsbruck ofrecen más que actividades deportivas. Son localidades ubicadas en soleados altiplanos al sur y oeste de Innsbruck y en los valles cercanos a la capital, muy pintorescos, con atractivas iglesias en el centro, antiguos caseríos y fuentes. Son pueblos vivos cuyos habitantes viven y trabajan en la misma localidad. La amplia oferta de hoteles, fondas, y pensiones incluye estancias wellness, vacaciones en familia y grandes momentos culinarios. Pero hay también ofertas un poco más inusuales: así, en el Iglu VIllage de Kühtai puede dormir en un palacio de hielo y en los apartamentos de AlpinLodges en Kühtai encontrará un toque de lujo combinado con grandes vistas a las nevadas cumbres alpinas. Kühtai ofrece también un alojamiento muy noble con una decoración espléndida: el castillo de caza Jagdschloss Kühtai.
Después de todo un día dedicado a los deportes de invierno en las pistas y senderos alpinos, toca volver a la ciudad para el après-esquí in the city. En el bar con vistas panorámicas de 360º contemplamos las cumbres nevadas iluminadas por la luz de la luna, tomando una copa y disfrutando de un apacible chill-out en medio de la ciudad. La oferta es muy variada: vinotecas, lounges, cervecerías y naturalmente los restaurantes, donde podemos escoger entre establecimientos que ofrecen platos de alta cocina o antiguas fondas decoradas con el tradicional estilo tirolés, donde sirven cocina tradicional.
Antes de ir a cenar puede que nos quede un poco de tiempo para ir de compras por la renovada calle Maria-Theresien-Strasse con sus nuevos grandes almacenes Kaufhaus Tyrol y las galerías Rathausgalerien. Y ¿porqué no darse una vuelta por el centro histórico con sus numerosas pequeñas tiendas y comercios y comprar algunos regalos y souvenirs?
En los días comprendidos entre mediados de noviembre y el 6 de enero ningún visitante de Innsbruck puede prescindir de darse un paseo vespertino por alguno de los cuatro mercadillos navideños instalados en el centro histórico de Innsbruck y arriba en la Hungerburg hallará aquí el auténtico espíritu navideño.
Más información: Innsbruck Tourismus, Tel. +43-512-59850, office@innsbruck.info, www.innsbruck.info