Tras más de ocho meses de obras y una inversión de 10 millones de euros, el histórico hotel del número 57 del paseo de la Castellana acaba de reabrir sus puertas como Hyatt Regency Hesperia Madrid, manteniendo su categoría cinco estrellas. Se trata del primer establecimiento en España reconocido como Hyatt Regency, marca premium de la cadena estadounidense Hyatt que cuenta con más de 190 direcciones en todo el mundo –18 de ellas en Europa–, pero que hasta ahora no tenía presencia en nuestro país. La adhesión a esta marca garantiza el cumplimiento de unos altísimos estándares de calidad en instalaciones y servicios.
Todos los espacios de Hesperia Madrid han sido reformados de forma integral con el objetivo de adecuarse a estos exigentes niveles de Hyatt, sin perder la esencia propia de un hotel posicionado entre los más prestigiosos de la capital. Inaugurado en 2001, cuenta con una excelente ubicación en el corazón financiero, idónea para viajeros de negocios; pensando en ellos, ofrece todo tipo de facilidades en la organización de reuniones y eventos corporativos. Además, se encuentra muy cerca de la elegante zona de compras del barrio de Salamanca y del hervidero gastronómico en que se ha convertido Chamberí, con diversidad de planes enfocados a un perfil de cliente familiar y de visita por razones de ocio.
DE MADRID AL CIELO
Comodidad y practicidad se suman a la atención personalizada y al cuidado de los detalles por parte de un equipo que no ha cambiado desde la anterior etapa del hotel y que para muchos huéspedes es ya casi de la familia. Todos los miembros del staff se desviven por hacer realidad el lema del hotel, «De Madrid al cielo», un leitmotiv que vehicula también la redecoración, obra del diseñador de interiores Luis Alicandú. Ese cielo se replica en el techo de los ascensores, patio, baños, pasillos, etc. y en el nuevo lobby, amplio, moderno y con mucha luz.
El visitante encontrará otros muchos guiños castizos, como las distintas versiones de Las meninas de Velázquez, obra de los escultores Antonio Azzato y Rosa Figuls, que salpican los espacios comunes. Hay incluso un divertido ‘Instagram corner’ –también con Meninas y con alfombras de PET reciclado del Mediterráneo– diseñado para inmortalizar un recuerdo de la capital.
MENOS HABITACIONES, MÁS SERVICIOS
El número de habitaciones se ha reducido con la reforma para ganar en metros cuadrados por cliente y, por tanto, en su comodidad. Hyatt Regency Hesperia Madrid ofrece 169 habitaciones de las cuales 33 son suites con vistas al paseo de la Castellana; las del último piso (la novena planta) tienen terraza ajardinada y jacuzzi privado. Todas ellas se han redecorado íntegramente para rejuvenecer su estilo sin perder su esencia: una combinación equilibrada de intimismo, clasicismo y calidez.
Se han eliminado las moquetas y se ha aportado luminosidad mediante una paleta de tonos más clara, materiales nobles naturales y grandes ventanales que enmarcan unas vistas privilegiadas. Pensando en los viajeros de negocios, las Regency suites y las Executive cuentan con zonas de trabajo independientes del dormitorio. Además, se ha actualizado la instalación tecnológica para introducir mejoras en seguridad y privacidad –por ejemplo, las smart tv, con pantalla de 65 pulgadas, resetean su sistema tras cada check out–.
Las habitaciones cuentan con nuevas camas de tamaño king size (con carta de almohadas, textiles de alta gama y rellenos de plumón) y en los baños se han sustituido las bañeras por amplias duchas con efecto lluvia. Los clientes cuentan con amenities ecológicas de la firma exclusiva de Hyatt, Pharmacopia, y con todo tipo de extras para hacer la estancia agradable y sencilla (cafetera Nespresso, tabla de planchar, paraguas, etc.).
Una de las novedades es que se ha suprimido el minibar –la nevera sólo contiene agua de cortesía– apostando por un servicio más completo de take away en el lobby, en el que cada cliente se puede personalizar su experiencia.
GASTRONOMÍA: PRODUCTO ESPAÑOL Y COCINA DE AUTOR
Desde su origen, la gastronomía es una de las grandes apuestas del hotel Hesperia Madrid, que alberga uno de los restaurantes más reputados de la ciudad, Santceloni (reconocido con dos estrellas Michelin). Un trío de lujo, integrado por el chef Óscar Velasco, el sumiller David Robledo y el jefe de sala Abel Valverde, es el responsable de una experiencia única que mezcla tradición e innovación en cada plato.
Con su renovación, las zonas comunes del hotel han cambiado radicalmente y han ganado en luminosidad. No en vano, son una de las prioridades de la marca Hyatt Regency, que en todos sus hoteles apuesta por espacios modernos y animados en los que apetece socializar y compartir (una copa, una charla…), accesibles y apetecibles tanto para huéspedes como para clientes no alojados.
Como novedad, en el antiguo lobby ahora se puede encontrar el bar Mery Bárbola –así bautizado en homenaje a la asistente de la infanta que aparece retratada en Las meninas–, una animada zona con horario ininterrumpido y una carta informal que aúna los mejores productos españoles (jamón ibérico, conservas, etc.) y clásicos internacionales del gusto del visitante extranjero (hamburguesas, ensaladas, etc.). Por otro lado, en la entrada del lobby se ha instalado el Market, un novedoso concepto global de Hyatt que funciona como un rincón de productos gourmet para tomar in situ, subir a la habitación o adquirir como regalo al dejar el hotel. Entre otras delicatessen, se ofrecen conservas de la firma Petra Mora, productos españoles Grab & Go, cervezas artesanas, azafrán, AOVE Santceloni, etc.
El restaurante del corazón del hotel, el mítico La Manzana, bajo el lucernario central, mantiene su nombre y su línea de cocina mediterránea, si bien ha refrescado su ambientación –en la que sobresale un olivo liofilizado– y su carta, dirigida por el chef escocés Andrew Bryson (en cuya trayectoria se incluyen Eurostars Madrid Tower, Hospes Puerta de Alcala y Sheraton Mirasierra Suites) y volcada aún más en el producto de temporada. Se trata de un espacio polivalente perfecto tanto para cenas en pareja como para almuerzos de negocios; además, al fondo de La Manzana se han sumado dos espacios paralelos que pueden funcionar como reservados o unirse para grupos y celebraciones –son ya míticos los banquetes de Hesperia Madrid en periodo navideño–.