«Himmelweg» es una de las piezas más representadas internacionalmente de este autor, Premio Nacional de Literatura Dramática 2013, pero poco conocida en nuestro país. Juan Mayorga está considerado uno de los principales renovadores del teatro español contemporáneo.
Inscrito en el terreno del teatro histórico y político, se levanta sobre un triunvirato de personajes: un delegado de Cruz Roja al que se encarga inspeccionar un campo de concentración y ante el cual se le presenta una mentira aceptable, ideada por el comandante del campo con la»ayuda» del jefe de la comunidad judía, que no sabe si está trabajando para la salvación de su pueblo o si está cooperando con los verdugos. Una fábula del pasado que sirve para hablarnos de la actualidad, para reflexionar sobre cómo nuestras mentes son moldeadas a conveniencia de los estamentos de poder.
Para Juan Mayorga, «a primera vista, Himmelweg es una obra de teatro histórico. En realidad, es –quiere ser- una obra sobre la actualidad. Habla de un hombre que se asemeja a casi toda la gente que conozco: tiene una sincera voluntad de ayudar a los otros; quiere ser solidario; lo asusta el dolor ajeno. Sin embargo, también como casi toda la gente que conozco, este hombre no es suficientemente fuerte como para desconfiar de lo que le dicen y le enseñan. No es suficientemente fuerte para ver con sus propios ojos y denominar las cosas con sus propias palabras. Se conforma con las imágenes que los otros le dan. Y con las palabras que los otros le dicen…».
Raimon Molins, director de Himmelweg, comenta que«la compañía residente de la sala Atrium tiene como objetivo avanzar en cada proyecto hacia universos y temáticas arraigadas a nuestra realidad más inmediata y explorar formas de trabajo del lenguaje teatral con el público. Si bien es cierto que la temática más notoria es la de la memoria histórica de la humanidad, también lo es que la otra es el punto de vista desde el cual percibimos –o nos hacen percibir- esta realidad en la que creemos vivir…».
Molins continúa explicando que «el trabajo navegará entre la comedia y el drama, entre la manipulación a través del lenguaje de la tradición del buranku, que permite dar vida como por arte de magia a personajes a través de esta centenaria tradición japonesa del teatro de títeres. Actores y personajes que son manipulados como títeres en una farsa que se inspira en hechos reales de 1944 que nos hablan y nos preguntan en el siglo XXI. Un juego teatral poniendo en tela de juicio la percepción de nuestra realidad y de los medios que nos la comunican».
Atrium es un colectivo que trabaja de forma estable en la Sala Atrium de Barcelona. Su estructura cuenta con un estudio, una productora y una sala-compañía. Nace en 2005 bajo la dirección de Raimon Molins con el objetivo de consolidar un equipo de trabajo estable que asegure un recorrido artístico continuo, crítico y exigente en las arte escénicas con el objetivo de madurar en el contenido y las formas artísticas de la tradición y la contemporaneidad con la sociedad que lo rodea.
Algunos de sus trabajos son: Pérdida en los Apalaches, Follia d’amar, Jaz, Quartett o Las tres hermanas, entre otros.