Se encuentra situado en la margen derecha del río Alhama, cerca de Inestrillas y Aguilar del Río Alhama, entre dos pequeños cerros. Los restos más antiguos corresponden a un enterramiento, de finales del segundo milenio antes de Cristo. En la cueva de los Lagos se encontraron restos humanos y fragmentos de cerámica del final de la Edad de Bronce.
Los pelendones de asentaron en Contrebia Leukade en la Edad de Hierro. Construyeron una fortificación aprovechando un escarpe rocoso sobre el río. Urbanizaron el suelo y edificaron casas excavadas en la roca, de planta rectangular.
Hacia la segunda mitad del siglo IV antes de Cristo llegaron otras tribus celtíberas que ampliaron el poblado y reforzaron los sistemas defensivos, con un profundo foso excavado en la roca y una muralla que rodearon la ciudad. Realizaron obras de acondicionamiento para el aprovechamiento de agua potable. Después llegaron los romanos, que conquistaron la ciudad en el año 142 a. De Cristo, lo que supuso la romanización de las tierras del Alhama.
En la actualidad el yacimiento arqueológico es uno de los más espectaculares de la Península y el más significativo a la hora de conocer el grado de desarrollo técnico y la capacidad de organización de los celtíberos.
EL SISTEMA DEFENSIVO
La excavación del foso que alcanza una longitud próxima a los 700 m. y cuya anchura y profundidad giran en torno a los 8, supuso la extracción de más de 40.000 metros cúbicos de piedra que se utilizaron en la construcción de la muralla. De ésta, aunque sólo quedan algunos tramos, puede seguirse la totalidad del trazado tras las últimas excavaciones. En los lienzos que quedan en pie son visibles varias reparaciones cuya cronología deberá precisarse en futuros trabajos.
A la etapa primitiva pertenecen los tramos conservados en el extremo oriental, en el punto más elevado del conjunto arqueológico. La muralla que cierra el lado norte, el más bajo de la ciudad e inmediato al río, difiere del resto de la muralla tanto a nivel tipológico como técnico. Presenta seis torreones semicirculares, dos de ellos flanqueando una puerta, y en su fábrica predominan los sillares de arenisca bien tallados y dispuestos. Su construcción, retranqueada varios metros respecto a la muralla celtibérica, data de finales del siglo I o del II d.C.
URBANISMO
La ordenación del interior de la ciudad se ajusta al irregular relieve del lugar. Las casas se disponen alineadas respecto a calles bien marcadas, siguiendo las curvas de nivel. Su planta tiende a rectangular y a menudo aparece compartimentada en varias dependencias dispuestas longitudinalmente.
Las más completas constan de tres habitaciones: un vestíbulo que se utilizaba para fines auxiliares como guardar la leña y los aperos, emplazar el telar o almacenar productos de consumo inmediato, una habitación principal en la que se situaba el hogar ligeramente elevado sobre el suelo y un almacén de proporciones variables, que en muchas casas adquiere un gran desarrollo en profundidad formando grandes habitaciones subterráneas con el techo excavado a doble vertiente. Indistintamente en el vestíbulo o en la habitación principal, pero casi siempre en su zona de contacto, hay uno o dos depósitos excavados en la roca y revocados de yeso que se cubrían con una tapa de madera.
La conservación de parte importante del alzado de los muros excavados en la roca, así como de las mortajas en que encajaban las vigas, permite conocer la existencia de varias plantas en algunas casas, contrarrestando su reducida superficie con un gran desarrollo en altura.
Normalmente los suelos de las casas están formados por tierra apisonada que se reparaba y regularizaba periódicamente con nuevos manteados. Pero en un momento avanzado, coincidiendo con el dominio romano, se utilizaron pavimentos especiales de mosaicos decorados a base de motivos geométricos y de animales y plantas esquemáticos.
OBRAS PARA EL ABASTECIMINETO DE AGUA
Para asegurar el abastecimiento de agua de forma permanente y suficiente sin depender del exterior, los habitantes de Contrebia realizaron dos obras sin parangón en el ámbito celtibérico. Se trata de dos accesos que comunican el interior de la ciudad con el freático del Alhama. El que se encuentra más al sur comunicaba con la llamada cueva de los Lagos y se conserva la entrada y los primeros metros de recorrido. El segundo se trata de un pozo abierto en la roca, al que se accede desde el interior de la ciudad a través de una escalinata también tallada en al roca y abovedada en parte.
En su construcción pueden determinarse dos fases. En la primera, se trataba de un aljibe que se abastecía a través de un canalillo que tomaba el agua del Alhama. Esta dependencia del exterior facilitaba que, en momentos de sitio, el canal pudiera ser interceptado e interrumpido el abastecimiento, circunstancia que debió producirse y que provocó una remodelación que consistió en profundizar todo el conjunto, escaleras de acceso y aljibe, hasta llegar al nivel freático del río lo que permitía mantener constante el abastecimiento sin depender del exterior.
Más información:
Si desea más información sobre Contrebia Leukade puede visitar su Centro de Interpretación en Aguilar del Río Alhama o www.contrebialeucade.com
Centro de Interpretación de Contrebia Leukade
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Teléfono: 941 197 119
E-mail: contrebia@lariojaturismo.com
Nuestro agradecimiento al Patronato de Turismo de La Rioja