El complejo se compone de dos edificios diferentes, separados por apenas unos metros. El primero de ellos conserva la imagen tradicional de la antigua Casa Rural Emina, ubicada en una casa castellana del siglo XVIII y que ha sido remodelada para la ocasión. Se extiende a lo largo de 300 metros cuadrados de superficie, y posee 4 habitaciones dobles además de 2 suites. Por otro lado, el segundo edificio ofrece una imagen más innovadora y moderna a lo largo de sus 260 metros cuadrados, con 9 habitaciones dobles, una de ellas accesible para minusválidos. Ambos centros ofrecen la posibilidad de alquilar el edificio completo, dado que se incluye una cocina habilitada para todo tipo de actividades. Además, en las zonas comunes se podrá disfrutar de conexión Wifi para los usuarios. Múltiples actividades temáticas Al mismo tiempo, desde el Hotel Rural Emina se pondrán en marcha las diferentes rutas y actividades relacionadas con el turismo enológico que propone el Grupo Matarromera.
A un paso se encuentra el Centro de Interpretación Vitivinícola Emina, junto con el Restaurante La Espadaña de San Bernardo, que configura la oferta gastronómica más importante de la comarca. El primero es un centro cultural tematizado de 1.000 metros cuadrados para conocer la historia del vino y el origen de la bodega, desde los orígenes con los vacceos y romanos hasta las primeras etiquetas de la bodega y sus vinos actuales, pasando por los monjes cistercienses y su relación con el Duero. Se puede realizar además una visita a la bodega y al sistema de elaboración del vino, degustaciones, catas, cursos de iniciación a la cata o cursos avanzados, impartidos por enólogos de Matarromera y comidas maridadas en el restaurante castellano La Espadaña de San Bernardo.
Al mismo tiempo, el Hotel Rural se encontrará a escasos minutos del resto de bodegas del Grupo: Bodega Matarromera, también en Valbuena de Duero, Rento, ubicada en Olivares de Duero, Emina Rueda y Cyan, cerca de Toro. En todas se pueden programar visitas, cursos de cata y degustaciones de vinos.
Entre las variedades de catas que propone el grupo destacan la primera «Cata 0,0» realizada con la primera gama completa de vinos 0,0% de alcohol del mundo, EminaZero (tinto, rosado y blanco), catas horizontales (vinos de la misma cosecha para analizar la tipicidad de los métodos de elaboración de distintas zonas), catas a ciegas y catas directamente desde barricas. A ello se unen otros programas singulares como las visitas a los viñedos (Cyan, D.O. Toro) para conocer de mano de un enólogo profesional el terroir, las variedades autóctonas y las técnicas de viticultura y eventos divulgativos y de entretenimiento como «La academia del vino» en el que los asistentes se sienten protagonistas de la enología, creando, promocionando y vendiendo su propio vino de una imaginaria bodega de la Ribera del Duero. El grupo bodeguero ha comenzado también a disponer de vehículos propios asistidos por conductores dentro de sus programas enoturísticos, con objeto de mejorar el servicio y las facilidades del visitante.
Además de estas actividades, los alrededores del Hotel Rural Emina ofrecen multitud de rincones imborrables como el Monasterio de Santa María de Valbuena en San Bernardo, sede permanente de la exposición de Las Edades del Hombre, el retablo de la iglesia de Olivares de Duero, los Castillos de Peñafiel y Bocos de Duero, y las rutas naturales por el anillo de Valbuena. Un sector en constante crecimiento Según la Asociación Española de Ciudades del Vino, en 2010 más de 1,4 millones de visitantes recorrieron alguna de las bodegas que forman las 21 Rutas del Vino de España, un 1,3% más que en 2009. De esos, más de 91.000 visitaron la Ribera del Duero. La demanda de este turismo, como asegura Acevin, es muy amplia y no se circunscribe tan solo a expertos o aficionados al mundo del vino.