En el privilegio de fundación de Marquina como villa, otorgado el 6 de junio de 1355 por el Señor de Vizcaya, Don Tello, se considera a Aspilza un lugar idóneo para su ubicación, pues tratándose de impedir las incursiones de los guipuzcoanos y de la gente que accediera desde la costa, dice textualmente que no avia otro lugar por do entrar sino por el campo que dicen Aspilza que es en el valle de Marquina. Sin embargo, el lugar conocido actualmente como Aspilza no corresponde con lo anterior y, además, es conocido que también se denominaba como paraje de Aspilza a lo que hoy es “El Prado” de Marquina.
La primera referencia documental que conocemos del molino y las ferrerías de Aspilza datan de 1538, en que se consigna un pleito habido entre los Bidarte y los Ubilla, por la pretensión de estos últimos de instalar una ferrería en Uberoeta y los primeros de hacerlo en Aspilça. Al parecer, ganaron los primeros, porque, en la relación de propiedades mencionadas con motivo de la fundación del vínculo de Vidarte, en 1549, se habla de las ferrerías de Aspilça, lo que hace pensar que su construcción se produjo entre 1538 y 1549.
Contruída, por tanto, a mediados del XVI, tenía la peculiaridad de ser doble, es decir, de tener doble juego de martillos y fuelles. En ellos se fundieron tanto el hierro como el cobre. Esto explica el gran tamaño del almacén de los materiales, pues además de los materiales que se fundían hacía falta un gran acopio de carbón. El reparto de motivo que causó un pleito entre propietarios de ferrerías en 1740.
Abandonado durante largos años, hacia 1921 a D. José María de Murga se le ocurrió hacer una vivienda en el lado del almacén que da a la carretera de Ondárroa, ocupando solo una tercera parte del edificio. Su objetivo era aprovechar unas ventanas que le habían sobrado de otra obra. Aquellas ventanas las pintaron de color azul.
A finales de 1993 el edificio presentaba un aspecto de ruina absoluta. Abandonado varios años antes, el tejado estaba caído y la maleza crecía por las escaleras exteriores de acceso a la pequeña vivienda. Solo quedaban las sólidas paredes….y el espacio. El proyecto se encargó a Carlos Arrizabalaga, arquitecto local, que lo presentó en enero de 1994. La obra la ejecutó entre 1995 y 1996 el contratista local Pedro Arrigán, alias “Beñe”, quien tuvo el acierto de aprovechar que estaba también arreglando la colegiata de Cenarruza para traer las vigas de madera del derribo, que utilizó para hacer el tejado.
EL CASERÍO
Caserío para 10 personas de dos plantas y sótano, de 600 m2. útiles. Restaurado recientemente (1996). Cuenta con cuatro dormitorios, dos triples y dos dobles; tres cuartos de baño; cocina – comedor; cuarto de plancha; dos cuartos de estar, uno con chimenea y amplio ventanal con vistas al río; salón con una biblioteca bien surtida, en un altillo, etc.
La decoración, con mobiliario rústico, está cuidada hasta el mínimo detalle. Debido a su especial ubicación, no se recibe buena señal de TV, pero dispone de DVD. Pero a los amantes de la naturaleza, las tradiciones y la buena conversación no les hará ninguna falta ni una ni otro. Tenemos a nuestra disposición teléfono y conexión a Internet.
SERVICIOS
La cocina de vitrocerámica, horno, microondas, nevera combi, congelador, lavadora, secadora, lavavajillas, etc.
Los baños, dos de ellos con bañera, el tercero con ducha. Calentador eléctrico para el agua caliente.
Jardín privado de 8.000 m2 atravesado por el río Artibay y por un arroyo. Cenador ideal para organizar barbacoas o comer en medio del jardín.
Parada de transporte público junto a la verja de entrada a la finca. Cada 20 minutos pasan autobuses en dirección Bilbao, Lekeitio y Ondárroa.
Se admiten animales.
CONTACTO
E-MAIL: webmaster@aspilza.com
CÓMO LLEGAR
Desde la autopista Bilbao – San Sebastián, hay que dejar ésta en la salida de Durango y seguir hacia San Sebastian-Donostia por la carretera antigua.
A tres kms. de Durango, un poco después del Hotel San Blas y un cruce, se encuentra la desviación a la izquierda hacia Ondárroa y Markina (hay cartel indicador). Circunvalando ésta en dirección a Ondárroa, dos kms después se llega a las ruinas de un antiguo balneario. A 400 mts. hay un cruce a Larruskain (el cartel indicador está justo a la altura de la finca). Un poquito antes del cartel – cuando termina el pretil metálico de la carretera – está la entrada a mano derecha, bajando hacia el rio.
Por eso, al terminar el muro que hay a la derecha a la altura del balneario e iniciar el pretil metálico, hay que ir con cuidado porque hay que bajar justo cuando acaba ese pretil metálico. La valla de acceso a la finca es de color azul.
Ferrería de Aspilza
Carretera de Marquina a Ondárroa. Cruce de Larruskain. Vizcaya.
Página web: http://www.aspilza.com
Mail: webmaster@aspilza.com