Sobre una colina que domina la bahía de Santander, y rodeado de un frondoso y extenso jardín, se erige la estructura del impresionante edificio estilo “palace” que alberga el Hotel Real 5* G.L. El establecimiento, que abrió sus puertas en 1917, se halla en una tranquila zona residencial de la ciudad, entre el centro histórico y El Sardinero y a escasa distancia de las playas de la ciudad, el Casino, los Palacios de Festivales, Congresos y Exposiciones y el imprescindible Palacio de La Magdalena.
Sus instalaciones, totalmente renovadas, disponen de 123 amplias y luminosas habitaciones (114 dobles y 9 suites), todas ellas exteriores y dotadas de las últimas innovaciones tecnológicas y el máximo confort con objeto de satisfacer las necesidades de la más exigente clientela. Entre ellas destaca la Suite Real que cuenta con 2 plantas de 50 m2 formando un lujoso dúplex que cobija la cúpula del hotel.
Ideal tanto para mujeres y hombres de negocios como para turistas en viaje de placer, completan la estructura del Hotel Real un completo y moderno centro de talasoterapia, el afamado Restaurante “El Puntal”, que ofrece una exquisita oferta gastronómica con inmejorables vistas sobre el Cantábrico, y más de 800 m2 de salones dotados y habilitados para acoger tanto eventos profesionales como celebraciones de índole familiar.
En palabras del Presidente del Grupo Hotusa, Sr. Amancio López, “Supone para nosotros un gran honor y una enorme responsabilidad tomar las riendas de un establecimiento de la categoría, simbolismo y valor histórico que atesora el Hotel Real, pero estamos convencidos de que nuestra experiencia y saber hacer nos permitirán llevar hacia adelante con éxito este proyecto”.
Santo y Seña de la Ciudad de Santander
La construcción del Hotel Real obedece a una petición de su Majestad el Rey D. Alfonso XIII quien solía veranear en el santanderino Palacio de la Magdalena. Así, y con objeto de poder acoger a la Corte Estival que solía acompañarle, el monarca animó a la construcción de un establecimiento de lujo, un casino y un hipódromo que permitieran a su séquito disfrutar de los estíos en la ciudad cántabra.
De este modo, en 1917, y apenas un año después de haberse dado luz verde al proyecto arquitectónico de Javier González Riancho y José Pardo Gil, se inauguraba el que estaba llamado a erigirse como hotel emblema de la localidad: el Real.
Desde entonces la trayectoria del establecimiento, que tan sólo abría sus puertas durante los meses de verano, ha estado plagada de capítulos y anécdotas estrechamente vinculados a la historia del país y de la ciudad. En 1972 el establecimiento inicia una nueva etapa en la que abandona la estacionalidad para extender su actividad comercial a los 12 meses del año.