Francia, cuna de la buena mesa y de los más renombrados “chefs”. Podríamos incluso afirmar que la gastronomía francesa forma parte del patrimonio nacional. La gastronomía es, en efecto, una de las mayores bazas de Francia en el mundo. Exquisiteces como el foie, las quiches, los crêpes o el camembert son productos franceses que se han extendido por todo el mundo. Felipe López. Gulliveria.
Cada región le ofrecerá su especialidad, cocina casera o vanguardista, ligera o muy tradicional, con aceite de oliva de Provenza o con nata de Normandía, lo que es seguro es que no defraudará su paladar. En cualquier región, Francia tiene mucho que ofrecer.
ALSACIA – LORENA
Alsacia y Lorena poseen platos característicos, testimonio de una tradición de festines y banquetes. Estas dos regiones poseen una gastronomía muy diversificada ejemplos muy conocidos son la «Choucroute» (col, patatas, beicon) y la «Quiche Lorraine» (tarta de queso, beicon y jamón). En lo que concierne a los platos dulces, abundan las tartas de manzana, de ciruela y arándanos, la «Brioche» alsaciana y el «Kougelhopf» (bizcocho alsaciano en forma de corona).
AQUITANIA
Del Béarn al País Vasco, de las Landas a Burdeos, Aquitania es una auténtica fiesta de la mesa, orgullosa de sus tradiciones y de los productos de su tierra. El sabor es el rey de un arte de vivir. El «foie gras», el magret de pato, el entrecôte a la bordelesa, la «garbure» (sopa espesa de col), la pularda Enrique IV (la historia cuenta que este monarca quería que todos los franceses comieran este plato todos los domingos), el jamón de Bayona y el caviar (huevos de esturión) de Gironde son productos característicos de una de las mejores cocinas de Francia, sin olvidar los vinos de Burdeos o Bergerac, vinos con Denominación de Origen de gran calidad.
Sus maravillosos numerosos licores de nuez, de enebro, de ciruela, de frambuesas acompañan sus postres. En el Périgord se cultivan los productos más variados. Tres de ellos son los símbolos de esta región: las nueces, las fresas y el tabaco.
AUVERNIA
Esta región es conocida sobre todo por sus abundantes recetas hogareñas, su charcutería y sus quesos: Saint Nectaire, Fourme d’Ambert, Bleu d’Auvergne. Sin embargo, con la colaboración de algunos cocineros, sus recetas se han convertido en platos más refinados, demostrando que se puede añadir creatividad a la tradición. Entre los más conocidos se pueden encontrar «la potée» (cerdo, zanahorias, patatas,col, cebolla), el gallo al vino y los «tripoux» ( ternera, beicon, cebolla, vino). No hay que olvidar su repostería: los «millards» (pastel de cerezas), los «pompes» ( pasteles de manzanas), la «fouasse» (bollo de leche), los «cornets» de Murat (postre con nata), las tartas de nata, y los dulces de frutas.
BRETAÑA
Si eres amante del mar, Bretaña es tu destino. Degustarás las mejores ostras y mariscos, así como la cotriade (sopa de pescado) y de postre las famosas crêpes aunque no dejes de comer también las galettes, las famosas crêpes saladas y el pastel llamado «far».
BORGOÑA
La reputación de Borgoña viene de lejos: sus vinos y su gastronomía datan de la época galo-romana. Prueba de ello son las insignias culinarias conservadas en el Museo Arqueológico de Dijon. Entre las famosas recetas borgoñonas destacan los caracoles, la ternera borgoñona y el asado de ternera. Además también se asocia Borgoña con la mostaza de Dijon, fuerte o aromatizada, para acompañar numerosos platos.
VALLE DEL LOIRA
La región del Berry ofrece productos típicos: lentejas verdes, el queso de cabra «crotin de Chavignol» o «la mique» (sopa de verduras con cerdo). La «Tarte Tatin», una tarta cocida al revés y caramelizada, que se encuentra en toda Francia y que lleva el nombre de sus creadoras: las hermanas Caroline et Stéphaine, hoteleras del pueblo de Lamotte-Beuvron. Preparando una tarta de manzanas esta se cayó y la pusieron de nuevo en el molde pero al revés.
CHAMPAGNE-ARDENNE
Para los amantes de la caza, la región de Champagne-Ardenne es famosa por sus especialidades. Tampoco hay que olvidar «l’andouillette» de Troyes, especialidad típica de la ciudad, el jamón de las Ardennes, y los bizcochos de Reims. No se puede pasar por esta región sin degustar la bebida que la ha hecho mundialmente famosa: el Champagne y sus burbujas frescas, elegantes y mágicas. La otra joya de Champagne-Ardenne es su diamante gris: la trufa.
CÓRCEGA
El menú tradicional estaría compuesto de embutidos, pescados y mariscos, y como postre un «brocain» (dulce con leche de oveja o cabra). Otros productos típicos son la harina de castañas, la miel, o le Cédrat (un cítrico) o el licor de mirto (hecho con frutos o flores).
LANGUEDOC-ROUSSILLON
La cocina de Languedoc está aderezada con aceite de oliva y hierbas aromáticas (tomillo, romero, enebro…) que perfuman sus platos de caracoles de caza, o de ave acompañados de sabrosas verduras: berenjenas, tomates, calabacines, pimientos.
Los platos del mar merecen una mención especial: ostras y mejillones de Bouzigues, «bourride sétoise» (plato de pejesapo), «tielles» de pulpo (masa de pan, pulpo, tomates, cebollas, especias), y «brandade» de Nîmes (bacalao picado con aceite de oliva, leche y ajo). Como postre, no se podrá resistir a una «crème brulée», riquísimas natillas.
MIDI-PYRÉNÉES
En Toulouse, el plato más importante es sin duda el «Cassoulet» (compuesto de judías, pierna de cordero, tocino…)
La oca y el pato se degustan en «foie gras» o «confit». Entre les especialidades de Toulouse se encuentran el pato «à l’albigeoise» y el espárrago del Tarnais. En la montaña, las tierras del Aveyron y de los Pirineos ofrecen también una gastronomía de carácter con los «tripoux de Naucelles» (vino blanco, jamón y ajo), la charcutería de Entraygues o el «alicuit». En lo que concierne los quesos, la región de Aubrac nos da el incomparable «Laguiole» con gruesa corteza (la que se suele incorporar en el puré de patatas con ajo para hacer el «aligot») y Millau nos ofrece el Roquefort.
El vino ocupa un papel importante en estas regiones. En efecto, los vinos de Cahors y Bergerac, ya famosos en la época romana ofrecen vinos con Denominación de Origen de gran calidad.
NORD PAS-DE-CALAIS – PICARDIE
En el Norte saben apreciar los méritos de una mesa generosa para ofrecer una gran variedad de platos ricos y sabrosos.
La cocina flamenca ofrece numerosas sopas como la sopa de pescado del «Touquet». Como entradas figura el «Potjevleesch» (terrina de ternera, cerdo, conejo y pollo), la «flamiche aux maroilles» (tarta de puerros) o «l’andouille» (especie de embutido). Entre los platos principales se encuentran el conejo con ciruelas, le «hochepot» (potaje de ternera, de cordero, de tocino y verduras), la «ficelle» picarda (crêpe de jamón con salsa «bechamel» y champiñones), platos típicos compuestos de pato, conejo, anguila y lucio.
NORMANDÍA
Esta región posee muchos tesoros gastronómicos: quesos como «le Pont l’Evêque» o «le Livarot», el caramelo de Isigny, licores como el «Calvados» y la sidra, o las manzanas con las cuales se hace el famoso «Trou normand» (licor, manzanas, menta, sal y agua helada) que se bebe durante la comida para facilitar la digestión.
PAYS DE LA LOIRA
Aquí se puede degustar ostras y mariscos, las famosas «rillettes» (paté casero) acompañadas de un buen vino de la región Anjou, y por fin el postre: «brioche vendéenne», un típico pastel.
POITOU-CHARENTES
La gastronomía del Poitou y de la Charente tiene como protagonistas los sabores del mar. El menú típico podría ser: une docena de ostras de Marennes-Oléron con pan de centeno untado de mantequilla d’Echiré, después una tortilla de caracoles («cagouilles»), una pieza de cordero y por fin un poco de queso «cabichou».
PROVENZA-ALPES-COSTA AZUL
En los mercados provenzales se pueden adquirir todos los productos de la región: aceite de oliva, hierbas de Provenza, higos, fresas de Carpentras, melones de Cavaillon, quesos de cabra, pescados. Se degustan también algunas especialidades deliciosas: la famosa «bouillabaisse» en la ciudad de Marsella (sopa de pescado), «l’aïoli» (mayonesa con aceite de oliva y ajo), la «tapenade» (puré de aceitunas negras mezclado con alcaparras, anchoas y atún) o «la ratatouille» (con verduras), todo acompañado con un vino de Côtes de Provence.
Las especialidades de Niza son «la pissaladière» (tarta de cebolla con salsa gruesa de anchoas y aceitunas negras), la ensalada niçoise (tomates, alcachofas, pimientos, huevos duros, aceitunas negras, aceite de oliva), «le pistou» (sopa de verduras sazonada con albahaca, ajo, tomate, aceite de oliva). Además no hay que olvidar degustar los «Calissons», dulces de la ciudad de Aix-en-provence.
RHÔNE-ALPES
El Valle del Rhône es una región esencial en la gastronomía francesa. De las aves de Bresse a la sopa de trufas, sin olvidar las fondues, raclettes, el gratin dauphinois (mezcla de patatas, huevos y leche), platos para degustar en un chalet de madera con ambiente de montaña, la riqueza de las producciones naturales genera una gran variedad de platos a las cuales ricos viñedos traen su generosa ayuda.
Entre las especialidades de Lyon: la croqueta de lucio quemada al horno con mantequilla, el salchichón de Lyón, la salchicha caliente con almendras y pistachos, el pollo con nata, las galletas «pérougiennes» y los «bugnes». Los postres más famosos son el Nougat de Montelimar (azúcar, miel, huevos, vainilla y almendras) y los «Marrons glacés». Los mejores vinos de esta región son los «Beaujolais» y «Côtes du Rhône».
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de Maison de la France