Irlanda es un destino ancestral para celebrar Halloween y Derry-Londonderry es uno de los mejores lugares para vivirlo al más puro estilo irlandés. El carnaval de Halloween se celebra del 29 de octubre al 2 de noviembre, sorprendiendo con multitud de actividades en las que confluyen arte, imaginación y diversión escalofriante para toda la familia.
Los visitantes que se acerquen este año a esta ciudad medieval amurallada podrán disfrutar de un Halloween lleno de sorpresas aterradoras en cada rincón: espectáculos callejeros, fuegos artificiales, cuentacuentos, mercados nocturnos, concursos de disfraces y desfiles, entre otras.
Los mejores artistas circenses e intérpretes de la compañía teatral Luxe crearán esculturas de fuego, figuras iluminadas y de sombras, que estarán amenizadas por música, danza y espectáculos que deleitarán a los asistentes a partir del 30 de octubre.
Además, algo extraño y espeluznante ocurrirá en Creggan Country Park cuando un grupo de fantasmas y demonios invadan toda la ciudad. Una búsqueda del tesoro aterradora, actividades espeluznantes de arte y juegos tradicionales de Halloween captarán la atención de las familias.
Sin olvidar el acontecimiento más destacado del festival, el multitudinario desfile que tendrá lugar la tarde del 31 de octubre, en el que numerosas personas disfrazadas recorrerán las calles más emblemáticas de la ciudad amurallada de Derry-Londonderry, acompañadas por espectáculos de música y luces.
La programación del festival incluye también la instalación de una casa del terror, que estará situada en Ebrington Square, en la que los más atrevidos podrán adentrarse en un trayecto interactivo en el que sus peores pesadillas podrían convertirse en realidad.
El festival permitirá a todos los asistentes sumergirse en un mundo fantasmal, disfrazarse y participar en la diversión macabra que les asegurará un Halloween escalofriante y aterrador. La única pregunta es: ¿te atreverás a vivirlo?
Halloween: una tradición irlandesa
Halloween tiene su origen en el festival celta de Samhain, que comenzó a celebrarse en Irlanda hace 2.000 años. Los irlandeses paganos, adoraban el ciclo natural de la vida, con especial énfasis en el cambio de las estaciones. Creían que en Samhain (“fin del verano” en irlandés antiguo), los espíritus de los muertos volvían al mundo de los mortales. Por este motivo, se disfrazaban con pieles y cabezas de animales para confundirse entre los espíritus malignos y evitar así que los raptasen, y encendían hogueras para guiar a los espíritus amigables. La fiesta pasó a denominarse Halloween en el siglo VII, cuando el cristianismo declaró el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos. Los inmigrantes irlandeses trasladaron consigo esta tradición a Norteamérica, donde se hizo muy popular, extendiéndose posteriormente a todos los rincones del planeta.