Caldas da Rainha, la ciudad de la reina Leonor
Caldas da Rainha es una coqueta ciudad del oeste de Portugal. Con un aire decadente y tranquilo, sorprende al visitante por su curiosa historia y relación con una reina de Portugal: Leonor. Leonor de Viseu (1458 – 1525), infanta portuguesa de la Casa de Avís, fue reina de Portugal desde 1481 hasta 1495, tras su matrimonio con Juan II. Prima de Isabel I de Castilla (la Católica), a la muerte de Juan II, en 1495, la reina viuda continuó siendo conocida como «Reina (Rainha) Leonor» hasta su muerte. Siempre fue muy querida y respetada por sus obras sociales y su cercanía hacia sus súbditos.
Como ocurría con otras reinas de Portugal, Leonor, además de las villas de reinas precedentes, recibió de su esposo las ciudades de Silves y Faro, las villas de Aldeia Galega y Aldeia Gavinha, y la de Caldas. Es esta ciudad, a 90 km. de Lisboa, la que hoy visitamos.
En 1495, la reina Leonor pudo aprovechar en Caldas las propiedades curativas de las aguas de la zona (sulfurosas) cuando se recuperó de una herida que no le cicatrizaba, tras haber experimentado diversos tratamientos sin éxito. Aquí se curó. Pero también vio el enorme sufrimiento de su pueblo: lepra, otras enfermedades de la piel, miseria y pobreza eran las protagonistas. Con intención de que los enfermos pudieran tratarse mejor de sus dolencias y favorecer sus condiciones, Leonor ordenó construir un Hospital en torno al cual se estructuró el resto de la población, que de esta forma, pasó a llamarse «Caldas da Rainha».
A finales del siglo XIX y principios XX, Caldas da Rainha vivió su periodo de máximo esplendor, cuando se pusieron de moda los tratamientos termales, los balnearios y el cuidado del cuerpo con aguas medicinales en general. La nobleza y aristocracia portuguesa se daba cita aquí durante gran parte del año, dando prestigio y beneficio económico a toda la ciudad, creciendo esta en edificios, parques e instalaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial, Caldas fue lugar de refugio para las personas importantes que huían del régimen nazi. Figuras de la cultura portuguesa, como el pintor José Malhoa (siglo XIX), nacieron aquí. La obra de Malhoa puede contemplarse hoy en día en el Museo que lleva su nombre situado en el Parque Don Carlos I.
Hoy en día, Caldas da Rainha continúa recibiendo miles de visitantes cada año que buscan aquí tratamiento y descanso, así como paz y tranquilidad.
La popular «loza de Caldas», cuyas piezas más conocidas son humorísticas, son también muy conocidas. Y es que la cerámica tradicional de Caldas da Rainha es muy famosa. En esta zona de Portugal hay varias fábricas especializadas en objetos de loza, como platos y fuentes en forma de col y de otras verduras y frutas; vajillas de lo más coloridas y unas originales figuras humanas. Las más populares son las creadas por el artista Rafael Bordalo Pinheiro (siglo XIX). Visitar las numerosas tiendas de cerámica en el centro de la ciudad es una actividad muy recomendable.
Conociendo Caldas da Rainha
Para conocer Caldas da Rainha lo mejor es perderse por su casco antiguo, con calles empedradas (algunas de ellas muy empinadas y otras estrechas). Encontraremos bonitas iglesias (como la Iglesia de Nuestra Señora del Populo o la del Espíritu Santo) y edificios históricos, tiendas, restaurantes y cafeterías muy coquetas donde degustar el riquísimo café portugués.
El mercado popular de la Plaza de la República nos sorprenderá por la cantidad de productos de la huerta que se venden, así como prendas y utensilios de todo tipo. Aquí el tiempo parece haberse deteneido en los años cincuenta.
El Parque Don Carlos I, con grandes jardines y estanques, alberga varios monumentos y estatuas muy bonitos. Es, sin duda, otro lugar de obligada visita. Además de poder descansar tomando un bocadillo sentados en uno de sus bancos, podremos dar una vuelta por sus zonas verdes, ver gansos, patos y otros pájaros que viven aquí tranquilos en libertad.
Otro punto de interés es el Museo Barata Feyo en el Centro de Artes, dedicado al escultor portugués Salvador Barata Feyo (1899 – 1990). Algunas de sus esculturas se encuentran en los jardines del museo y son muy bellas.
La Plaza 25 de abril es el lugar ideal para hacernos una idea de cómo es Caldas da Rainha. Aquí encontramos hoteles, edificios modernos y, al mismo tiempo, tiendas de fruta, comercios antiguos y, todo hay que decirlo, muchos negocios cerrados.
Sin duda, Caldas da Rainha merece una visita. En palabras del escritor José Duarte Ramalho Ortigão: «Caldas da Rainha es el centro de la región más histórica y pintoresca de todo el país».