BODEGAS LA EMPERATRIZ LANZA AL MERCADO LA NUEVA AÑADA 2007 DE SU FINCA LA EMPERATRIZ TERRUÑO.

Bodegas La Emperatriz acaba de sacar al mercado nueva añada de su vino Finca La Emperatriz Terruño. Se trata de la primera referencia que lanzó esta bodega como “vino de finca”, y tras la cual vinieron vinos de la talla de Garnacha Cepas Viejas o Parcela nº1. En efecto, las distintas peculiaridades de las parcelas que componen la finca que los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz tienen en la DOC Rioja, se trasladan a estos vinos, elaborados cada uno a partir de uvas procedentes de una determinada parcela.
En el caso del Finca La Emperatriz Terruño 2007, se elabora con uvas de la parcela nº10, situada justo enfrente del edificio de la bodega. En esta parcela la bodega lleva años cultivando un viñedo experimental donde lleva a cabo una viticultura de precisión, aplicada a las cepas conducidas en espaldera de 2 metros de altura para conseguir gran superficie de exposición solar. El resultado es este Tempranillo 100%, que es expresión de máxima frutosidad.

Así, un amplio abanico de sensaciones de fruta madura aparecen en cata, donde, a primera vista, se observa un vino de color frambuesa y corazón casi negro. Limpio y nítido en nariz donde, junto a la fruta se perciben también notas anisadas, de frutos secos, vainillas y sílex, revelando la mineralidad que le confiere el suelo del que procede. De ataque potente y con volumen, es maduro, intenso y goloso, especiado y mineral en el retrogusto, muy largo y placentero.

La añada 2007 se benefició de un mes de agosto muy fresco, que fue determinante para la maduración lenta de las uvas, vendimiadas en cajas de 20 kg a mediados de Octubre. Tras una noche en cámara frigorífica se vinificó en recipientes de pequeño volumen y material diverso (cubillos de madera, barricas desfondadas y depósitos de acero inoxidable). La crianza se realizó en barricas nuevas y de segundo vino a lo largo de 18 meses y se embotelló en agosto de 2009.

Finca La Emperatriz Terruño 2007 es un vino que expresa la personalidad de un terroir de gran personalidad, y un microclima que, por la ubicación de la finca en el límite noroeste de la DOC Rioja, difiere sustancialmente del que es común en el resto de la zona.