Despertarse en un hotel o en una cabaña en la montaña. Preparar el desayuno, abrir las ventanas, respirar aire puro del mar e ingresar a la primera videollamada del día. ¿Y si el trabajo y las vacaciones pudieran coexistir? Ya no suena algo tan alejado de la realidad. Y es que en estos tiempos la idea de combinar estos dos conceptos no hace más que cobrar fuerza. Esta tendencia de practicar Bleisure, que surge de la combinación de estas dos palabras, “Business” y “Leisure”, también es conocida como workation, que combina los términos en inglés de “work” y “vacation”.
Si bien ha cobrado relevancia en los últimos años en nuestro país, lo cierto es que no es algo nuevo y es una corriente que lleva varios años de consolidación en países como Estados Unidos.
Y esto se debe al surgimiento del concepto de los nómades digitales, es decir todas aquellas personas que pueden trabajar desde puntos remotos del planeta, donde lo único que necesitan es una buena conexión a Internet. Tal dato se confirma con un estudio de 2020 del Banco de España que explica el crecimiento que el teletrabajo ha tenido en España, potenciado por la pandemia pero sostenido debido a las comodidades que ofrece a los trabajadores. Y es que antes de marzo rondaba el 7% mientras que ahora se sitúa por encima del 30%.
“Pero ojo, no hay que confundir ideas. Bleisure no supone trabajar mientras descansamos. Sino descansar, de verdad, después de trabajar”, explica Giovanni Bernardi, jefe de ventas de BizAway, scaleup de viajes corporativo. Y completa “En España aún hay cierta reticencia al trabajo remoto, pero es clave que las empresas puedan ver que allí tienen un potencial, con trabajadores más motivados y más efectivos. La tecnología es un gran facilitador en este sentido y es importante saber hacer un buen uso de ella, para que ambas partes alcancen sus objetivos”. Tal relevancia ha cobrado esta nueva forma de trabajar y disfrutar, que BizAway ha registrado, el pasado agosto, récord de reservas personales de gente que iba a practicar Bleisure en el verano, gracias a las facilidades que les proveía su empresa.
De esta forma, Bernardi explica por qué será clave apuntarse a esta tendencia en que nos sea posible fusionar ocio y trabajo:
- Alargar vacaciones: el Bleisure permite poder gozar de algunos días más de descanso. Y no necesariamente en verano. Gracias a la posibilidad del trabajo remoto, podremos alargar un fin de semana y pasar unos días más en el pueblo, por ejemplo.
- Conciliar mejor: este punto no necesita mucha explicación. El hecho de disfrutar de un destino ni bien acabar la jornada, permitirá pasar más tiempo de calidad con familia y amigos.
- Desconectar. Pero de verdad: este es un punto fundamental. Y es que, como decíamos antes, esta tendencia no significa llevar el móvil a la playa y responder mails mientras tomamos el sol. No. Esto estaría más enmarcado dentro del “workaholic” o adicto al trabajo, que lo que de verdad significa el “workation”. La principal ventaja de esto último es cumplir nuestra jornada diaria y al acabar automáticamente desconectar, para dar paso al ocio y al descanso. Pero no todo a la vez, sino cada cosa a su tiempo y bien hecha.
- Reducción de la ansiedad y del estrés laboral: descansar mejora la concentración y facilita la memoria. Tomar pausas no sólo ayuda a la salud mental, también mejora el descanso del cuerpo y nos permitirá tener más salud física también. Cambiar de escenario, aunque sea por poco tiempo, nos permitirá estar más relajados y rendir mejor cuando sea necesario. Así, estaremos más relajados y nos afectará menos el estrés, algo que también está creciendo cada vez más.
Y es que esta tendencia es ideal para quienes realizan viajes de negocios, ya que tienen la posibilidad de cumplir con sus obligaciones a la vez que conocer lugares nuevos y descansar. De hecho, ya se calcula, según la consultora Report Consultan que el turismo bleisure crecerá cada año un 4,1% y que en 2026 generará más de 1.400 millones de euros.