Baena, el esplendor del Califato en la tierra del aceite

Baena es un pueblo blanco, rodeado de olivares, viñedos y huertas. Capital de la primera región aceitera del mundo, como avalan sus aceites de oliva con denominación de origen, ofrece también un notable patrimonio artístico y una Semana Santa de lo más particular.

Baena es un pueblo blanco, rodeado de olivares, viñedos y huertas
Baena es un pueblo blanco, rodeado de olivares, viñedos y huertas

Se sitúa a 54 Km. de Córdoba y forma parte de la Ruta norte del Califato que discurre entre esta ciudad y Granada. Su trazado angosto y laberíntico testimonia su pasado árabe, aunque por la prosperidad de su campiña haya acogido a numerosas civilizaciones. Hoy muestra una panorámica de casas de cal y teja, de mansiones señoriales, de recorridos zigzagueantes y de edificios religiosos, que parece un manchón que se expande por la ladera del cerro.

Mapa de situación de Baena
Mapa de situación de Baena

Son numerosos los testimonios arqueológicos que ponen de manifiesto el asentamiento humano en la zona desde tiempos prehistóricos, destacando los yacimientos procedentes de la Edad de los Metales, además del legado cultural dejado por los íberos, con numerosos hallazgos religioso-funerarios, entre los que se encuentra la llamada Leona de Baena, conservada en el Museo Arqueológico Nacional. Esta escultura fue hallada en el cerro del Minguillar, donde se cree que se hallaba Iponuba, ciudad ibérica citada por Plinio el Viejo.

La nacional 432, a su paso por la plaza de España, es la que separa el casco antiguo del moderno. Concretamente en esta plaza se halla la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, del siglo XVI, en la que destaca la techumbre mudéjar y las tallas de la escuela granadina. Según cuenta la tradición, en este lugar existía una ermita dedicada a San Sebastián y fue en este paraje Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe donde se produjo la aparición de la Virgen a un caballero que se dirigía al Santuario de Guadalupe en Extremadura, dispensándole de su voto, si allí mandaba pintar su imagen. A partir de este momento se rinde culto a la Virgen de Guadalupe, actualmente patrona de la ciudad.

La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe
La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe

Si ascendemos por Juan Rabadán llegaremos a la plaza de la Constitución, antigua Plaza del Coso, que presenta construcciones barrocas como la Casa del Monte -colorista arquitectura en ladrillo- junto a edificios modernos como las Casas Consistoriales. Enfrente del Ayuntamiento surge el monumento al Judío, cofrade por excelencia de la Semana Santa baenense. La Pasión brinda una peculiar competición entre los judíos coliblancos (por el color de los penachos del casco) y los colinegros, que gana quien más tiempo aguante tocando el tambor. Más de dos mil tambores en la calle, hacen que Baena reciba el nombre del «pueblo de los tambores».

La preciosa Casa del Monte
La preciosa Casa del Monte

Junto a la plaza, en la calle Santo Domingo de Henares sobresale la casa de la Tercia del s. XVIII, que alberga la Casa de la Cultura y el Museo de Semana Santa. Desde allí accedemos al casco antiguo, un viaje al reino nazarí y al pasado mundo medieval entre intricadas callejuelas y plazas que nos conducen a lo más alto de la ciudad.

Arriba nos aguarda el arco de la Villa donde se encuentra la iglesia de Santa María la Mayor, de estilo gótico-flamígero. Su origen data del s. XIII, cuando se levantó sobre la antigua mezquita mayor, si bien lo que hoy vemos es una construcción del s. XVI y reformas posteriores. Exhibe dos puertas: la del Ángel, tardogótica y la del Perdón, plateresca, más tres naves separadas con arcos apuntados. La torre se erige sobre el antiguo alminar y posee un campanario barroco. Muy cerca se ubica la iglesia conventual de la Madre de Dios, templo de una nave del siglo XVI, que acoge una reja plateresca, un retablo renacentista de mármol y bronce traído de Italia, y pinturas de la escuela de Bassano.

Frente al convento se localiza la Plaza de Palacio, lo que fuera el centro neurálgico de la Baena árabe y medieval, hoy está habitado por el León Ibérico de Baena, reproducción en bronce del original (en el Arqueológico de Madrid). Junto a la puerta principal se alza la Torre de las Arqueras, antigua torre del homenaje, donde estuvo preso Boabdil el Chico.

En plena medina árabe, nos invaden resonancias del esplendor del califato gracias a los restos de la muralla y del castillo del s. IX. Baena cuenta con uno de los recintos amurallados mejor conservados de Andalucía. De las más de cincuenta torres y puertas que tenía la ciudad, se conservan sólo algunas como: la Puerta Torreón del Arco Oscuro, la Torre del Sol, el Arco de Consolación, y el Arco de Santa Bárbara.

El Museo del Aceite, Cañada, 7, ubicado en un viejo molino de aceite en funcionamiento, nos acerca a la cultura del olivo a través de sus múltiples usos: alimenticios, como fuente de luz y calor, como potente símbolo que inspira creaciones artísticas… Una experiencia con los cinco sentidos.

Cómo llegar
Por Carretera
Desde Madrid, tomar la A4, hasta la salida 292; luego la A44 / E-902; la salida 36, y en los alrededores de Jaén girar a la derecha A 316; después N-432.

En tren
Hasta Córdoba: RENFE Alta Velocidad – www.renfe.es

Dónde alojarse
Hotel Iponuba**
Nicolás Alcalá, 7 – Tel. 957 670075