El director de la película, Giuseppe Tornatore, quien ya recibiera un Oscar y el premio especial del Jurado del Festival de Cannes, por Cinema Paradiso, en 1988, nos narra la vida de un niño de Baghelia (Baaria en dialecto siciliano) localidad siciliana (reconstruida en Túnez) y al parecer, localidad natal del propio director. La historia pues, recorre durante dos horas y media (podría haber sido más breve) la situación social y política de Sicilia y de toda Italia, en gran parte del siglo pasado, desde el fascismo a las revueltas allí de los años 60, incluyendo la segunda guerra mundial (1939 a 1945). Este proyecto, ha contado con un presupuesto de 25 millones de Euros, se ha dispuesto de 200 personajes con dialogo, 35.000 extras y una banda sonora del conocidísimo Ennio Morricone, que ya había aportado otras bandas sonoras en anteriores films de Tornatore.
La ambientación es destacable, no en vano se ha invertido importante cantidad de dinero en su rodaje, lo que hace que se cuiden los decorados, exteriores y caracterización de los actores en cada una de las épocas en que transcurre la película, cumple igual con las características principales de que siempre ha hecho gala el cine Italiano, es decir, de su realismo, costumbrismo y de sus guiones con combinación entre tragedia y comedia.
Los dos protagonistas, Francesco Scianna (Peppino) y Margareth Madé (Mannina), que debutan en la película, están acertados, no se les puede pedir más, tal vez, por la experiencia en la dirección y a veces buen hacer de Tornatore, también esta Ángela Molina que cuenta con un pequeño pero pintoresco papel, encarnando a la madre de la protagonista,…… sin más pretensiones.
En definitiva, Baaria, película a la que (ANICA) Asociación Nacional de la Industria Cinematográfica, Audiovisuales y Multimedia de Italia, tras un profundo debate donde señalaba la importancia del film, ha sido determinante y ha llegado a decidir de que será la candidata Italiana a los Oscar del próximo año, en la categoría de mejor película de habla no inglesa, y aunque Doctores tenga la cinematografía, en concreto la Italiana, todo, incluso esta película, siempre sería susceptible de ser mejorada, aunque en las actuales condiciones nos haga pasar un buen rato después de verla.