Córdoba, sus calles intrincadas de la judería y sus hermosos patios… la Mezquita y el Alcázar, el puente romano… la ciudad que en su día, allá por el siglo X, fue la segunda más poblada del mundo conocido. Cuando la recorremos nos damos cuenta de su importancia a través de personajes tan ilustres como Séneca, Maimónides, Averroes, «El Gran Capitán», los Reyes Católicos, Colón, el duque de Rivas o Antonio Gala.
El Alcázar de los Reyes Cristianos, una historia fascinante
Uno de los lugares de obligada visita es el Alcázar de los Reyes Cristianos, con una historia tan fascinante que casi oculta su enorme belleza. De residencia real a Tribunal de la Inquisición, de cárcel a cuartel militar, el Alcázar tiene como máximo referente a Alfonso X El Sabio, quien nos da la bienvenida con el cetro en una mano y un libro en la otra.
Alfonso X El Sabio (1221-1284) fue una de las figuras políticas y culturales más significativas de la Edad Media. Hijo de Fernando III y Beatriz de Suabia, anheló el trono del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado, en vano. Impulsor de la Escuela de Traductores de Toledo y creador de las «Cantigas de Santa María», cuando su padre reconquista Córdoba a los árabes en 1236, Alfonso solo tiene quince años y el antiguo alcázar califal estaba prácticamente destruido.
Aunque no hay constancia absoluta, se cree que el Alcázar data de la época romana, y que pudo ser o bien una aduana o incluso la residencia de algún cuestor (juez) importante. Residencia califal hasta que el rey Abderramán III se mudó a la preciosa Medina Azahara – ciudad a ocho kilómetros de Córdoba realizada por el propio Abderramán como tributo a Azahara, su mujer preferida.
Años más tarde fue el propio Alfonso X quien mandó realizar las primeras construcciones en el alcázar cordobés a fin de convertirlo en residencia real, si bien, sería Alfonso XI quien terminó completamente la edificación, allá por el siglo XIV.
La antigua fortaleza convertida en residencia de los Reyes Católicos durante ocho años pasaría a la historia por ser punto de reunión de Isabel y Fernando con Cristóbal Colón o por ser lugar desde el que se coordinó la reconquista de Granada que pondría fin a la dominación musulmana de la península ibérica.
La escultura homenaje a Alfonso X que hoy en día nos da la bienvenida al Alcázar data de 1965 y es obra del genial escultor Juan Polo Velasco (1923-2017). Con ella, se quiere resaltar al principal impulsor de este conjunto arquitectónico, recio y duro por fuera, pero lleno de belleza en su interior. No es de extrañar que sea el segundo monumento de pago más visitado de Córdoba, después de la Mezquita.
El Alcázar de los Reyes Cristianos está unido a la historia de España a través de personajes tan importantes como los mencionados anteriormente así como otros que dejaron aquí su huella a lo largo de los siglos. Fue en el Alcázar donde vivieron su amor furtivo Alfonso XI y Leonor de Guzmán (padres del que sería primer Trastámara, Enrique II). «El Gran Capitán», Boabdil el Chico… la Santa Inquisición… el Alcázar fue cárcel durante mucho tiempo y solo en el siglo XX se recuperó para el público como conjunto monumental donde el agua, el verde de las plantas y árboles y las piedras de sillería forman un mosaico de gran valor turístico.
El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, bien de interés turístico, típica construcción del gótico
El conjunto del Alcázar de los Reyes Cristianos, declarado Bien de interés cultural desde el año 1931, es un recinto amurallado compuesto por cuatro murallas acabadas por cuatro torres: la Torre de los Leones, la Torre del Homenaje, la Torre de la Paloma y la Torre de la Inquisición. Típica construcción del gótico europeo de la segunda mitad del siglo XIV, el Alcázar, es un rectángulo casi perfecto, con las cuatro torres en cada una de las cuatro esquinas. El espacio central del Alcázar, está ocupado por dos patios: el «Patio de los Moriscos» en la zona oeste, y el «Patio de las Mujeres» en la zona este. Destacamos por su influencia mudéjar el «Patio de los Moriscos», del que aún quedan restos de la antigua estructura palaciega.
El Salón de los Mosaicos alberga bonitos mosaicos y ofrece buenas vistas del antiguo patio de armas y del patio de la cárcel de mujeres (el llamado “Patio de las Mujeres”). Un magnífico sarcófago romano del siglo III d.C. y el retrato de Alfonso XIII también salen a nuestro encuentro. Los baños encargados por el rey Alfonso XI para su amante Leonor son otro punto de interés.
Los jardines del Alcázar ocupan actualmente parte del histórico de las antiguas Huertas del Alcázar y son quizá el lugar más bonito de todo el conjunto del Alcázar. Se estructuran en tres terrazas a diferentes niveles, con fuentes y grandes albercas, rodeadas de las más variadas plantas autóctonas. Si bien su aspecto no es el original, y se ha reconstruido casi totalmente en el siglo XX, destacan por su armonía y buen gusto. Dando un paseo por ellos, nos encontraremos con diversas estatuas, entre las que destaca la que rememora la reunión mantenida entre los Reyes Católicos con Cristóbal Colón.
Si visitamos Córdoba, el Alcázar de los Reyes Cristianos debe ser una visita obligada. Merece la pena por la mezcolanza perfecta entre historia, arte y naturaleza.
Más información: Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (IMTUR) | Web: https://www.turismodecordoba.org/