Vimeiro es una pequeña freguesía portuguesa del concelho de Lourinhã a unos 60 kilómetros al noroeste de Lisboa. Muy cerca del océano atlántico y de los encantos que éste tiene para los amantes del surf, la naturaleza y el clima amable, este lugar es conocido de manera inequívoca por la memoria colectiva de los portugueses, tan orgullosos de su historia. Aquí, en Vimeiro, los ejércitos del temido Napoleón fueron derrotados a comienzos del siglo XIX en una batalla que hoy en día se recuerda entre los lugareños con un café en la mano y la mirada perdida con nostalgia.
Portugal y su lucha contra Napoleón
La Guerra Peninsular, ocurrida entre 1801 y 1814, se enmarca dentro las Guerras Napoleónicas que asolaron Europa a comienzos del siglo XIX. Es la época en la que Napoleón Bonaparte, primero adalid y promotor de los ideales de la Revolución Francesa y más tarde ejecutor de un plan para dominar toda Europa bajo su mando, quiere acabar con Inglaterra por lo que desea bloquear toda forma de comercio con ella, aislarla y rendirla. Portugal, que mantenía fuertes lazos comerciales y estratégicos con Inglaterra desde hacía mucho tiempo, está en el punto de mira del emperador…
Mediante la firma del Tratado de Madrid (1801), aprovechando la extrema debilidad de España, gobernada entonces por el desastroso ministro Godoy, Bonaparte consiguió que España se comprometiera a declarar la guerra a Portugal si esta mantenía su apoyo a los ingleses.
Con el “respaldo” español garantizado, Napoleón exigió a Portugal que rompiera su alianza y cerrara sus puertos a los barcos ingleses. Ante la negativa portuguesa tuvo lugar la primera invasión a Portugal por parte del ejército español, la conocida como Guerra de las Naranjas (por el ramo de naranjas que Godoy envió a la reina de España, María Luisa de Parma, cuando sitiaba Elvas). El enfrentamiento que apenas duró 18 días supuso una leve derrota para Portugal, pero fue un serio aviso de lo que más tarde ocurriría. Portugal iba a necesitar aliados.
Portugal mantuvo su política a favor de Inglaterra lo que supuso que Napoleón se lanzara a su conquista sin paliativos. De este modo se sucedieron las tres invasiones francesas, Portugal fue invadida en 1807 por un ejército bajo el mando de Junot, más tarde por Soult (1809), y, por último, en 1811, por parte de Massena. Todos fracasaron.
El ejército portugués, con su Reina, Príncipe Regente y Estado Mayor refugiados en Brasil, gracias a la ayuda de Inglaterra, expulsó a los franceses de sus tierras con una serie de batallas que han quedado en la memoria colectiva portuguesa: Roliça, Ponte de Amarante, Buçaco y Vimeiro, donde un Centro de Interpretación espectacular nos cuenta la historia tal y como ocurrió.
La Primera Invasión de Portugal tuvo como protagonista a un general temperamental y conflictivo, muy allegado a Napoleón: Jean-Andoche Junot. Su misión era ocupar Portugal y la conquistó totalmente tras la toma de Lisboa en diciembre de 1807. Buen estratega, contó con la ayuda española para la sumisión temporal portuguesa pero no Junot no era un buen gestor y no consiguió en ningún momento mitigar las constantes refriegas y antipatías del pueblo ocupado. Por si fuera poco, Inglaterra decide enviar a su mejor hombre en cuestiones bélicas para liberar a su aliado ibérico: Arthur Wellesley, futuro Duque de Wellington.
A partir de agosto de 1808, tras meses de altercados constantes y desgaste excesivo, los franceses se vieron abocados a su fin en Portugal. Los ingleses bajo el mando de Wellesley desembarcaron en Lavos, Figueira da Foz, se unieron en Leiria con fuerzas portuguesas y marcharon rápidamente a Lisboa, bordeando la costa.
El 17 de agosto tuvo lugar la primera batalla de la Guerra Peninsular en Roliça, siendo derrotados los franceses. Junot, alertado de este resultado y preocupado por la reprimenda de Napoleón, cometerá un error definitivo: decide salir al encuentro de las tropas inglesas y portuguesas con gran parte de su ejército. Para colmo de males, Wellesley recibió más de 4.000 hombres de refuerzo, desembarcados en Porto Novo (muy cerca de Vimeiro), lugar donde se encuentra el encantador Hotel Golf Mar.
Su ejército ascendía a 19.000 hombres, contra los 13.000 de Junot. Una ventaja demasiado grande que supondría la derrota francesa en Vimeiro el 21 de agosto. Junot cayó en la trampa de Wellesley y perdió cerca de 2.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros; el ejército aliado tuvo cerca de 700 bajas.
Lo que ocurrió más tarde es otra historia por contar en otro momento, pues es uno de los episodios más curiosos y vergonzosos en la firma de una rendición. El rendido casi no pierde nada. Es la famosa Convención de Sintra. Solo diremos que los franceses abandonaron Portugal con sus armas, caballos y haberes (incluido lo robado a los portugueses en los actos de pillaje continuos durante la ocupación) y fueron evacuados a Francia por la Armada Británica. Ver para creer.
La batalla de Vimeiro, eso sí, supuso el final de la Primera Invasión francesa (1807) así como la primera gran derrota de los hasta entonces “invencibles ejércitos napoleónicos” en Portugal.
Centro de Interpretación de la Batalla de Vimeiro
Fue inaugurado el 21 de agosto de 2008 durante las conmemoraciones del Bicentenario de la batalla y está situado en un cerro, junto al monumento conmemorativo del primer centenario. Nos permite tener una visión casi íntegra del campo de batalla, pudiendo reconocer los lugares exactos donde se encontraban los puestos de mando, los ejércitos y sus movimientos.
Cuenta con una biblioteca especializada, un auditorio, gran cantidad de información en distintos paneles informativos, piezas, armas, enseres… así como una pequeña tienda de recuerdos.
Es, sin duda, un lugar muy recomendable para pasar un tiempo agradable, conociendo con todo lujo de detalles un hecho tan importante para la historia de Portugal.
Dirección: Rua do Monumento, nº 17 – 2530 – 830 Vimeiro LNH
E-mail: cibatalhavimeiro@cm-lourinha.pt
Dónde alojarse
Hotel Golf Mar
Construido en los años 70, ha sido renovado y ofrece, además de todas las comodidades para satisfacer al cliente, un amplio catálogo de servicios que lo convierten en un lugar perfecto para pasar las vacaciones en familia. Aunque pueda resultar complicado que los niños se diviertan y los padres descansen, es posible hacerlo en este hotel. Situado junto al mar, el Hotel Golf Mar, es un lugar emblemático donde la tradición y la modernidad se unen para disfrute de experiencias únicas e inolvidables.
Todas las habitaciones de Hotel Golf Mar se caracterizan por su amplitud y decoración de estilo moderno, donde el confort es máximo desde el primer momento en el que entramos a la habitación. Las vistas al océano y a la sierra quitan el aliento. El atardecer se convierte en un momento mágico. Cuenta con instalaciones donde se realizan actividades infantiles, centro hípico y amplio espacio para el descanso y relax de mayores y pequeños.
Además de piscinas al aire libre, el Hotel Golf Mar tiene piscina cubierta y una zona de SPA en la que relajarse con un baño turco o una sauna. Además, ofrece diferentes tipos de tratamientos individuales en el SPA.
Web: https://www.hotelgolfmarvimeiro.pt
E-mail: reservas@hotelgolfmarvimeiro.pt
Dirección: Praia de Porto Novo – Maceira – TVD Lisboa 2560-100, Portugal