La obra teatral “No seré feliz pero tengo marido” cuyo estreno fue en el madrileño teatro Muñoz Seca el pasado 29 de Julio, estará por un periodo limitado de 6 únicas semanas. Esta divertida comedia que interpreta la gran actriz argentina Linda Peretz, viene respaldada por un gran éxito mundial y más de 1 millón de espectadores que se han divertido con el ingenioso, vivo, rápido y actual texto de humor.
“No seré feliz pero tengo marido” es uno de los éxitos editoriales más importantes de los últimos tiempos en Argentina. Apenas el libro se expuso en las librerías porteñas, el público se volcó masivamente a comprarlo atraído, tal vez, por su sugerente título, o por la mordacidad e ironía de su autora: Viviana Gómez Thorpe. La misma ya había dado pruebas de su talento y sagacidad en la observación de las conductas femeninas, a través de su carrera periodística. La adaptación teatral, como su dirección, fue confiada a Manuel González Gil.
Para el papel de protagonista fue elegida una actriz con el talento y trayectoria necesarios para encarar tamaña aventura: hacer un espectáculo que incluya al público en una especie de foro con activa participación desde la platea. Linda Peretz, que es de quien se trata, convirtió desde el principio en un singular éxito este texto.
La puesta en escena prestó atención a la presencia del marido en cuestión, sobre la cual su abnegada y amante esposa desata su catarata verbal. Al elegir una pintora, como profesión de la protagonista, el adaptador propone un constante intercambio de la artista con su obra, provocando de esta forma un chisporroteo dramático de mucho humor y de gran agilidad escénica.
La pintura del marido se convierte, de esta forma, en un personaje más que se incorpora a la dramaturgia de la obra y se transforma en un antagonista ideal para el desarrollo de la historia que se cuenta. Los ágiles e ingeniosos diálogos que la autora Viviana Gómez Thorpe propone en su libro son rescatados ampliamente en la adaptación y en la puesta en escena; y jugados por la actriz protagonista como si verdaderamente se tratara de una obra con varios personajes, ya que el marido, los hijos, la abuela, sus amigas y sus parientes tienen cabida en el escenario y lo llenan con sus voces como si estuviesen presentes.
Esta apuesta teatral abre un puente entre ambos países a nivel cultural que permitirá a los empresarios Enrique Cornejo y Carlos Rottemberg intercambiar sus producciones entre España y Argentina.