Las abejas son indicadores de la salud de nuestros ecosistemas y los únicos polinizadores para un gran número de plantas. Sin embargo, en los últimos veinte años están sufriendo una alarmante disminución de su población -especialmente en Estados Unidos y Europa-, debido a enfermedades, pesticidas y a la degradación del hábitat que está trayendo consigo la desaparición de algunas especies vegetales y la sustancial reducción de algunas producciones. Y es que según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) solo en Europa el 84% de los cultivos de alimentos existen gracias a ellas.
Es por esto que Relais & Châteaux, una asociación hostelera comprometida con la sostenibilidad tanto medioambiental como económico-social del entono, está liderando a nivel mundial un movimiento que ya se conoce como beekeepers o guardianes de las abejas: hoteles que apoyan la labor de los pequeños apicultores cediéndoles sus espacios, ayudando a restaurar sus hábitats, recuperando antiguos usos agrícolas o apoyando la comercialización de sus productos.
En España el primer ejemplo de hotel-bodega bee-friendly es Abadía Retuerta LeDomaine Relais & Châteaux. Un establecimiento inmerso en la recuperación de los antiguos oficios de los monjes que habitaron en el siglo XII el monasterio en que se ubica y que apuesta por la gestión sostenible de las cerca de 700 hectáreas (200 de ellas de viñedo) que lo rodean. Allí, en lo alto de la finca, el apicultor Miguel Rodríguez instaló hace un par de años 60 colmenas que, bajo la marca de Abadía Retuerta y con la garantía de Apicultores Montes de Valvení, producen una miel “que refleja de forma muy parecida al vino los matices de la tierra, el suelo y el clima”. Una miel que puede adquirirse en el establecimiento y que es además uno de los ingredientes naturales de la cocina de El Refectorio, el restaurante galardonado con una estrella Michelin que alberga este hotel-bodega.
Según Miguel, en Abadía Retuerta LeDomaine “se dan las condiciones ideales para la producción de miel mil flores” ya que, para empezar, hay numerosas especies de las que las abejas recogen el néctar a lo largo del año (tomillo, salvia, espliego y encina) que dan como resultado una miel de gran riqueza aromática. Además, la vegetación de la zona protege a las colmenas del viento y no ningún otro cultivo en kilómetro y medio lo que hace de este monte el “hogar ideal” para las más de 70.000 abejas que viene en él.
VISITA GUIADA
Con el objetivo de concienciar sobre la importancia de estos insectos en la conservación del medio rural y de ofrecer a sus huéspedes una actividad de contacto con la naturaleza diferente a lo habitual, el Relais & Châteaux vallisoletano organiza visitas guiadas a las colmenas. Se trata de un tour único en el mercado que permite a los visitantes sentirse apicultor por un día, acercarse a las colmenas, extraer la miel (incluso llevarse una bote después) y escuchar las entusiastas explicaciones de Miguel, siempre, claro está, ataviados con el pertinente buzo de seguridad.
OTROS RELAIS & CHATEAUX BEE-FRIENDLY EN EL MUNDO
En el Manifiesto Relais & Châteaux, un documento firmado en octubre de 2015 en la sede de la UNESCO, los 531 miembros de la asociación (procedentes de 64 países de los cinco continentes) se comprometieron a una serie de postulados como el turismo responsable, la defensa del entorno, el paisajismo y el producto local de cada propiedad o la recuperación de los oficios artesanos. Es por esto que actualmente ya hay dentro de Relais & Châteaux otros quince establecimientos bee-fryendly o beekeepers repartidos por Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Suiza, Países Bajos, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Japón.
En La Grande Maison Bernard Magrez de Burdeos utilizan las abejas para polinizar lo viñedos mientras que en La Cheneaudière, al noreste de Francia, cuentan con una línea de cosmética natural elaborada con miel de producción local. En otras propiedades producen miel para consumo de sus huéspedes y, en algunas, ésta ha llegado a ser una importante pilar de su propuesta gastronómica. Es el caso, por ejemplo, de Winvian Farm, en Connecticut, donde su chef Chris Eddy produce miel roja para complementar su menú “De la granja a la mesa”; o del Relais & Chateaux neozelandés Huka Lodge donde el reconocido Paul Froggatt ha encontrado en un apicultor de la zona una nueva inspiración para su cocina de altura.