Esta bella ciudad posee un tesoro innumerable de monumentos y obras de arte. Florencia está a 267 kilómetros de Roma y a 255 de Milán. En realidad en toda la región de la Toscana tuvo lugar, entre los siglos XIV y XVI, la época grandiosa del Humanismo y del Renacimiento, movimientos que cambiaron completamente la cultura y el arte de la época, dejando una huella profunda en la civilización europea. En la Toscana hay grandes obras de arquitectura civil y religiosa, esculturas y obras pictóricas de valor artístico extraordinario, pruebas del trabajo creativo de grandes genios como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Siena, con su plaza del Campo, Pisa, con su Torre inclinada, Carrara con su catedral, Luca, Pistoya, Arezzo, Grosseto, Livorno, Prato, son otras ciudades magníficas con bonitos paisajes y obras artísticas impresionantes.
La Florencia renacentista suele compararse con la Atenas del esplendor griego. Sus palacios, iglesias, fortalezas, mansiones renacentistas y como no, las obras de arte, son impresionantes.
Florencia además es una ciudad muy animosa. Por sus calles, las del centro muy estrechas y con empedrado, están llenas de gente. Además desde 1988, debido al impacto ambiental, está prohibida la circulación de vehículos en el casco céntrico, así podemos disfrutar mejor del ambiente que nos rodea,. Por el centro de la ciudad pasa el río Arno, verde y fangoso, bordeado de los amplios muelles, que se construyeron en el siglo XIX para evitar inundaciones.
Sobre el río Arno está el Ponte Vecchio, hermoso lugar conocido en todo el mundo desde su construcción en el siglo XVI por sus tiendas de joyas. No obstante la tradición artesanal de Florencia es sello de la cultura y el amor al arte de la ciudad. Artesanos de todo oficio se pueden encontrar hoy en día: cordeleros, encuadernadores, bordadores, herreros nos enseñarán gustosos sus trabajos. Sin duda cualquier reliquia puede ser un buen recuerdo. Como en el Mercado Central, rodeado de centenares de puestos callejeros a los que los acudiremos para regatear el precio de los artículos de cuero, seda y lana que en ellos se exhiben. En los alrededores hay varias cafeterías y trattorias, ideales para descansar.
En Florencia hay lugares que debemos visitar. Uno es la Piazza del Duomo. Está en medio de la ciudad. En esta plaza se encuentra el conjunto más emblemático de Florencia: la catedral, el baptisterio y el campanile. Al lado de ellos está también la loggia del Bigallo, del siglo XVI, con un pequeño museo. Otro atractivo de la plaza es el museo de la obra del Duomo, con valiosos materiales del baptisterio, catedral y campanile.
La catedral de Florencia es una de las mayores del mundo, junto con las de San Pedro de Roma, la de San Pablo en Londres y la catedral de Sevilla. Tiene 155 metros de longitud máxima y 107 de altura en la zona de la cúpula. Su origen es una antigua catedral románica (se pueden ver restos del viejo edificio en una cripta cerca de la entrada).
Sin embargo se convirtió siglos más tarde en la admiración de la Florencia renacentista. Fue restaurado en el gótico e incluso en el siglo XIX (su fachada). Para llegar a la cúpula, visita recomendada, subimos 436 escalones. La vista es magnífica pues nos permite ver desde arriba el interior del edificio, con los frescos y las vidrieras; y más arriba, desde la orilla de la Linterna tenemos una excelente panorámica de Florencia.
El baptisterio de San Juan es un edificio magnífico. La decoración es sencilla, basada en la policromía del mármol. Pero lo más valioso son las puertas. La puerta sur es la más antigua. Se debe a Andrea Pisano, obra del 1330, gótica, integrada por paneles en los que aparecen sencillas escenas y virtudes enmarcadas por lóbulos. La puerta norte es de Ghiberti. Se le encargó cuando tenía 25 años e hizo un trabajo excelente. Para no desentonar con la puerta de Pisano repitió la estructura de lóbulos, aunque entre una y otra se admira la evolución del arte gótico en un siglo. La de Pisano, excelente, aún tiene cierta rigidez, la de Ghiberti es sobria y dinámica. La puerta este, frente a la catedral es también llamada puerta del paraíso, porque Miguel Angel dijo que era digna de ser llamada así. Ghiberti trabajó 25 años en hacer esta joya del renacimiento.
Florencia cuenta con la biblioteca nacional más grande de Italia. Una visita a la misma también es recomendable. Podemos visitar la iglesia de San Lorenzo, la iglesia predilecta de los Médicis. En ella se encuentran agrupadas sus tumbas en un conjunto arquitectónico de figuras funerarias, realizadas por Miguel Ángel. Otra visita interesante es a la catedral de San Romolo, construida a partir de 1029. El Palacio degli Uffizi es el lugar ideal para contemplar las obras maestras de la pintura gótica, renacentista, manierista y barroca. Es uno de los lugares más visitados de Italia y merece la pena.
Si queremos degustar comida típica florentina debemos probar el mondongo a la florentina y la bisteca a la florentina en carnes y los gnocchi verdi a la gorgonzola en la pasta.