Martinica es una de las únicas islas del Caribe que ofrece a sus visitantes tantos paisajes diferentes. Una isla de 1.100 km2 donde te dejarás seducir por el intenso verde, los placeres turquesas, los sabores mestizados y una gente apasionante.
El sur de la isla ofrece un paisaje balneario: magnificas playas y calas de arena blanca con aguas transparentes. Numerosas actividades te esperan al sur: canoa-kayak en el manglar; submarinismo; esquí náutico, kite surf… El norte de la isla es el lugar de encuentro con la naturaleza. Déjate seducir por el bosque tropical, mecer por el agua cristalina de los ríos o cautivar por el canto de los pájaros y las hermosas flores. Para los aficionados a vacaciones activas, unas 30 rutas de senderismo les esperan para recorrer cerca de 130 km de caminos señalizados.
Nos espera una oferta ilimitada y diversificada de actividades (farniente, excursión en barco, pesca, kite surf, senderismo, canyoning, kayak, submarinismo, windsurf, esquí náutico…).
Martinica es una isla europea con estilo caribeño: seguridad en un entorno exótico y desconcertante. Calidad de las infraestructuras en cuanto a las normas europeas (hospitales, aeropuertos, puertos, hoteles…). Porque tiene una oferta accesible a todos y en cada época del año: amplia gama de alojamiento para todos los gustos: hoteles con encanto, hoteles de lujo, residencias hoteleras, villas “clévacances”, casas rurales…
El norte de la isla es el entorno idóneo para los que buscan relajación, meditación y serenidad. Esta zona alberga los macizos volcánicos, el que más destaca es la Montagne Pelée (Montaña Pelada) que domina la isla (1.397 m). Cerca de 30 rutas de senderismo te permitirán recorrer unos 130 km de senderos señalizados: Montagne Pelée (Montaña Pelada), Trace des Jésuites (Huella de los Jesuitas), Grand Rivière (Gran Río)… Asimismo, el canyoning es una actividad ideal para descubrir la naturaleza de Martinica: ¡sensaciones fuertes garantizadas!
La cocina de Martinica se caracteriza por su mestizaje, una sabrosa mezcla de varios civilizaciones: africana, india, amerindia, asiática e europea… Rica y variada, la gastronomía de Martinica refleja una identidad cultural orgullosa de sus tradiciones. Pescados a la plancha, “matoutous” de cangrejo, fricasé de cangrejos de río, plátanos amarillos, ñames, cristofinas, pimiento, pimienta gorda, piña, guayaba, papaya…
Martinica es una isla festiva con muchas ferias y eventos a lo largo del año (cultura, gastronomía, náutica). No te pierdas la Vuelta de Martinica en embarcaciones llamadas “yolas redondondas” (finales de julio-principios de agosto). Este gran evento de embarcaciones construidas en maderas locales reúne en cada etapa a miles de aficionados. Tampoco te uedes perder el pintoresco Carnaval que empieza poco después de la Epifanía: cada fin de semana desfiles de orquestas de calles y grupos de gente disfrazada animan los pueblos de la isla. El apogeo del Carnaval tiene lugar durante los carnavales, justo antes de la Cuaresma.
¿Y por qué no pasar Navidad en Martinica? Numerosas fiestas se organizan durante todo el mes de diciembre hasta Navidad, y entre ellas, los “Chanté Noel” que son cantos de amor y de esperanza para celebrar la llegada de Cristo con instrumentos típicos como tibia y tambores y con ritmos de “biguine” (baile local), de mazurka o de valsas.
Para no perderse en Martinica
Visita de Saint-Pierre: Después de una visita al pintoresco y florido pueblo de Fonds Saint-Denis, justo en frente de la Montagne Pelée (Montaña Pelada), ven a conocer Saint-Pierre, apodado “el pequeño París de las Antillas». Totalmente destruida después de una erupción de la Montagne Pelée, Saint-Pierre es Ciudad de Arte e Historia desde 1990. Callejea en los vestigios y visita el museo Franck Perret, creado por este famoso vulcanólogo.
Baño en la playa des Salines: Al sur, visita el pueblo de Sainte-Anne y su famosa playa de Salines (playa de las Salinas) con arena blanca, agua turquesa y alameda de cocotero. A lo lejos se puede distinguir le Rocher du Diamant (Roca del Diamante) y la isla de Sainte-Lucie (isla de Santa Lucía).
Visita de Fort-de-France: Descubre la capital administrativa de Martinica y sus varios atractivos turísticos o culturales: su bahía es una de la más hermosa del mundo; su mercado de frutas, verduras y especies; su mercado de pescados; su jardín público “La Savane” (La Sabana) con sus magníficas esencias tropicales; la fortaleza Saint-Louis (edificio clasificado); la catedral Saint-Louis construida en 1895; la biblioteca Schoelcher (pabellón de Canadá durante la exposición universal de París en 1898). No te pierdas tampoco el museo de arqueología precolombina asi como el museo regional de historia y etnografía.
Sus Fondos Blancos: Son zonas donde los fondos de arena casi afloran la superficie del mar debido a la poca profundidad. Te podrás encontrar a unos cientos metros de la orilla con agua sólo hasta el talle. El agua siempre está transparente. Se encuentran a lo largo de la costa sur atlántica entre la península de Sainte-Anne y Le Robert. Los más famosos son los fondos blancos de la Baignoire de Joséphine.
La “Route de la Trace”: Es una de las rutas turísticas más bellas de la isla. Fue abierta en el siglo 18 para rodear los Pitones del Carbet. Serpentea en el corazón lujuriante de la isla, clasificado Parque Natural Regional. Desde las laderas de los pitones del Carbet hasta los contrafuertes de la Montagne Pelée (Montaña Pelada), recorre unos 30 km entre Fort-de-France y la aldea de Morne-Rouge. Espectacular bóveda vegetal de bosque tropical húmedo con árboles gigantescos, helechos arborescentes, vistas a los Picos de Carbet y a la Montagne Pelée.
Esta ruta que culmina a más de 600 metros de altitud ofrece varios puntos de salida para circuitos de senderismo señalizados y algunas visitas interesantes como la del jardín Botánico de Balata y sus miles de plantas tropicales o la de las Gargantas de la Falaise (Gargantas del Acantilado) en Ajoupa Bouillon.
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de Francia en España