La localidad de Olivenza pertenece a la comarca que lleva su mismo nombre, «Comarca de Olivenza», y de la cual es cabecera. Se encuentra a 22 Km. al sur de Badajoz, a tan sólo 10 Km. de la frontera natural que conforma el río Guadiana con Portugal. Motivo de eternas disputas, no fue hasta comienzos del siglo XIX cuando perteneció definitivamente a España. Olivenza es un auténtico crisol de culturas, conglomerado de historias de pueblos que la conquistaron y perdieron a lo largo de los tiempos.
Desde el Calcolítico (fase de transición entre la Edad de Piedra pulimentada y la Edad del Bronce) hasta la dominacion arabe, Olivenza y su comarca estuvieron ocupadas por pueblos y culturas que han ido dejando su huella por la zona. El origen de Olivenza está ligado a la reconquista definitiva de Badajoz por el rey de León, Alfonso IX, en el año 1230, Alfonso IX para recompensar la participación que los Templarios a su servicio tuvieron en esa campaña les concedió los enclaves de Alconchel y Burgillos. A partir de aqui la Orden creó la encomienda de Olive-entia, levantando un Castillo y erigiendo un templo a Santa María.
Alfonso X el Sabio desalojó a los Templarios de aquella valiosa posición en la frontera y entregó la Ciudad al Concejo y Obispado de Badajoz. En 1297 en el tratado de Alcañices, el Rey Fernando de Castilla entrego la Ciudad a el Rey D. Dinis de Portugal que elevo la antigua aldea castellana a la categoría de Villa, reconstruyó la fortificación templaria e impulsó la colonización del término con portugueses.
Sus sucesores reforzaron con diversas medidas la posición estratégica de Olivenza, concediendo privilegios y regalías al vecindario y realizando obras defensivas de gran importancia. En 1488 D. João II levanta a 37m de altura y con 17 rampas de acceso hacia su terraza, una enorme Torre del Homenaje (es la más alta de todas las existentes en la frontera medieval traza entre los reinos de Castilla y Portugal). En ese mismo se manda construir un foso inundable que la rodea.
En 1509 D. Manuel inicia la construcción de un enorme puente fortificado sobre el Rio Guadiana, de 450m y 19 Arcos y realiza otras notables construcciones, la Santa Casa de la Misericordia,la Iglesia de la Magdalena y la portada de las Casas Consistoriales. Tras el esplendor del siglo XVI, Olivenza se verá envuelta en la Guerra de Restauración en 1640 y conquistada en 1657 por el Duque de San Germán que la devolvio a Portugal al firmarse las Paces de Lisboa en 1668.
En el siglo XVIII se inicia con un nuevo conflicto bélico – la Guerra de Sucesión española -, en cuyo transcurso es destruido el Puente de Ajuda en 1709 y la posición de Olivenza se va debilitando. Y en 1801 Olivenza se rinde sin resistencia a las tropas españolas que la rodean en la famosa -Guerra de las Naranjas- y la firma del tratado de Badajoz, donde se delimitaron natural y políticamente los Reinos de España y Portugal, utilizándose como frontera natural el cauce del Rio Guadiana. El 6 de Junio de 1801 es incorporada definitivamente, al pueblo español por Manuel Godoy.
De esta forma, a finales del siglo XIX los habitantes de Olivenza eran bilingües, y utilizaban lo que se ha conocido como el portugués oliventino, que en la actualidad puede considerarse prácticamente desaparecido. El portugués oliventino es un subdialecto del portugués alentejano hablado no sólo en Olivenza sino también en Táliga, localidad situada al sur de la Comarca de los Llanos de Olivenza. Olivenza se encuentra hermanada a cinco ciudades portuguesas: Cadaval, Vila Viçosa, Elvas, Portalegre y Leiria.
Olivenza es en la actualidad una ciudad plenamente española por el sentir de sus habitantes, pero sin renunciar a la tradición lusa. Con respeto y cariño, todos los monumentos del pasado portugués, tesoro artístico recibido en herencia por los oliventinos, han sido recuperados y restaurados gracias a la iniciativa municipal.
Olivenza, así, es hoy símbolo de convivencia y diálogo de culturas, ciudad abierta al futuro que no renuncia a un pasado que la singulariza. Cabecera de una importante comarca, ofrece sus servicios educativos, sanitarios, deportivos, culturales y administrativos a los pueblos y aldeas cercanas, proyectándose con personalidad propia en el conjunto regional como la mejor embajadora de Portugal en Extremadura.
Visitas importantes: Iglesia de Santa María del Castillo, Museo Etnográfico González Santana, Iglesia Parroquial de la Magdalena, Puente de Ajuda, Puerta de Alconchel, La Ciudadela Medieval y el Alcázar, Palacio de los Duques de Cadaval, sede de la Casa Consistorial.
El alcázar o castillo de Olivenza conserva gruesas murallas del siglo XIV, sin almenas. Las torres conservan sus matacanes. La torre del homenaje, construida por orden de Juan II de Portugal mide 36 m de altura y 18 m. de lado y tiene tres pisos, de los que destaca la decoración del último. Se accede a ella por diecisiete rampas con cubierta de bóveda.
La puerta de Alconchel y la puerta de los Ángeles están enmarcadas por dos torreones circulares y presenta un vano de medio punto abovedado, sin aparecer elementos decorativos. Está protegido por el decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Cierra la ciudadela medieval las puertas del Duque de Cadaval y la de San Sebastián, reconstruida en 2006.
A día de hoy engloba y acoge el Museo Etnográfico González Santana, llamado así en honor de su creador Francisco González Santana. Acoge una espectacular recreación de diferentes actividades de la vida en la comarca de Olivenza en los primeros años del siglo XX.
La ubicación entre España y Portugal convirtió a Olivenza en plaza fuerte, de la que han perdurado gran parte de sus murallas y construcciones militares. La riqueza del terreno de su término hizo que se asentarán en ella grandes familias y que fuera una importante villa de la corona portuguesa, de esta situación la historia nos ha legado sus iglesias y conventos.
Gastronomía en Olivenza
Cocido, gazpacho, migas, sopas de cilantro o tomate y los buenos productos del cerdo Ibérico. Postres: Mazapanes, gañotes, nogados o quesadas y por encima de todos sobresale, su celebre y elogiada tarta de dulce “Tecula-Mecula”, de composición tradicional.