La sierra de Os Ancares es uno de los lugares de Galicia que más sorprende por su belleza. Está situada en el este de la provincia de Lugo, en la frontera con las comunidades vecinas de Castilla-León y Asturias.
A lo largo y ancho de sus 12.775 hectáreas, una infinita red de senderos cruza profundos valles y asciende hasta cimas de 2.000 metros de altura. En invierno esta zona permanece cubierta por la nieve. Con la llegada de la primavera las aguas del deshielo fluyen desde las cumbres hasta las zonas bajas, dando vida a numerosos riachuelos y pequeñas cataratas. Hasta el final del verano la montaña alcanza todo su esplendor. En otoño el manto vegetal adquiere tonos rojizos. Por su paisaje y biodiversidad, Os Ancares constituye una zona de incalculable valor para el amante de la Naturaleza.
El urogallo, también conocido como «pita do monte», es la especie animal más característica de la zona. De color pardo oscuro y reflejos verdes, vive en los bosques de coníferas, alimentándose de bayas e insectos. Desgraciadamente, se encuentra en peligro de extinción.
En épocas pasadas las recónditas montañas de Os Ancares sirvieron de hábitat a la última comunidad de osos de Galicia. Aunque está en marcha un complejo programa de recuperación de la especie, en la actualidad apenas quedan ejemplares y los que hay provienen en su mayoría las reservas asturianas. Otras de las especies que podemos encontrar en nuestro paseo por la sierra son el jabalí, el ciervo, el conejo, la lechuza, el zorro, el gato montés y la ardilla.
Comenzamos nuestra ruta por Os Ancares en el pueblo de Becerreá. Tomamos la carretera provincial LU-722, localizada a la izquierda de la N-VI en sentido Madrid (a la derecha en sentido A Coruña).
Ya en la carretera LU-723, las primeras localidades que encontramos son Borquería, Ambas Mestas y Pontes de Gatín. Al llegar al lugar de Liber, nos encontramos con una señalización que nos indica «Os Ancares por Doiras a 30 Kms». En ese punto nos desviamos a la derecha.
A partir de aquí, el primer pueblo que encontramos es Lama de Rei. Sucesivamente pasamos Mosteiro, O Fabal, Vilanova y, después de recorrer los 30 kilómetros anunciados, llegamos a la localidad de Doiras. Durante los meses de invierno, en ese punto debemos prestar atención a los carteles que nos indicarán si, a causa de la nieve, el Puerto de Piornedo o el de O Portelo está abierto o cerrado.
En el pueblo de Doiras se encuentra el castillo del mismo nombre, una fortificación del siglo XVI. Es de propiedad privada y no se puede visitar. Otro monumento de interés es el puente romano sobre el río Cervantes.
Un kilómetro y medio más adelante encontramos un cruce. Giramos hacia la izquierda en dirección a Degrada, población que se encuentra a 11,200 kms de Doiras, a medio camino entre Castelo de Frades y Cela. Al llegar a Degrada y a Campa de Braña, localidad conocida por las Brañas de Brego y el Club Los Ancares, nos encontramos a la derecha el cruce que nos lleva hacia el Aula de Naturaleza del Parque de Os Ancares.
Uno de los itinerarios que podemos seguir desde el pueblo de Degrada es la subida al pico de Os Tres Bispos, llamado así porque parece ser que era el lugar donde se reunían los obispos de las tres diócesis colindantes. En esta zona existen bosques de acebos, árboles de espectacular belleza. Debido a que esta especie de flora está en peligro de extinción, actualmente se sanciona su poda y recolección en el campo.
Continuando recto nos dirigimos hacia Piornedo, fin de nuestra primera jornada.
Nuestro segundo día de ruta comienza en Piornedo, donde visitaremos las pallozas, el conjunto etnográfico y la Capilla de San Lorenzo. Justo a la entrada de este lugar está ubicada una fuente, construida por aportación popular, en la que aparece la siguiente inscripción: «Hizose en 1787. Viva Piornedo». Una vez visitada esta localidad, continuamos hacia la derecha desviándonos en el punto donde se encuentra dicha fuente. A kilómetro y medio de distancia entramos en la provincia de León. Desde lo alto de la montaña disfrutaremos de unas impresionantes vistas sobre los pueblos de Suarbol y Balouta, mencionados anteriormente.
Suarbol, rodeado de bosques y montaña, se encuentra a 4 kilómetros de Piornedo y es «el pueblo de los sonidos». Está bordeado por dos regatos que lo envuelven en una evocadora melodía. A ello añadimos el tintineo de las campanillas de las vacas, que a primera hora de la mañana y al atardecer van y vuelven de sus pastos. Entre los monumentos a destacar de esta localidad, están la Casa de las Cadenas y la iglesia de Suarbol.
Si continuamos por esa carretera encontraremos un cruce con un indicador que a la derecha nos señala Ponferrada a 49 kilómetros. Siguiendo recto llegaremos a Balouta. Pero antes es aconsejable el desvío de la ruta para visitar las Brañas de Pan do Zarco, y el Pico Surcio, situado justo enfrente.
Una vez de regreso al cruce continuamos en dirección a Balouta, donde podemos visitar alguna de las pallozas que aún hoy en día están habitadas. Uno de los vecinos del lugar, conocido como Ramoncín, atiende a los visitantes y les muestra objetos como una «cacha celta» y un «yugo de capar toros», objetos cuando menos curiosos. Las pallozas, genuinas muestras de arquitectura tradicional, son herencia de un modo de vida no tan distante, caracterizado por su dureza y aislamiento, desarrollado en continua lucha con los elementos.
Después de recorrer el primer tramo de la garganta del rio Rao (denominado Balouta en León) llegamos a Murias y Rao, donde ponemos fin a nuestro segundo día de recorrido por Os Ancares.
El punto de partida de nuestro tercer y último día en Os Ancares es la localidad de Rao. Se trata de un lugar de gran importancia etnográfica. En él encontraremos viviendas tradicionales, herrerías y molinos.
Una de las construcciones más sobresalientes de esta población es el templo parroquial de Santa María. En su interior dispone de dos retablos de gran riqueza. En este lugar es muy frecuente encontrar los denominados «cortíns». Son colmenares cerrados de forma circular, construidos con piedra y pizarra, pensados para resistir los ataques de los animales, en particular de los osos pardos. Hoy en día, dada la práctica desaparición de esta especie, su función ha perdido sentido.
Proseguimos nuestro camino hasta A Proba de Navia. Allí visitaremos su castillo, una construcción de origen medieval. Durante la Revuelta de los Irmandiños fue atacado y destruido. Posteriormente se procedió a levantarlo de nuevo.
En la misma localidad también dedicaremos tiempo a conocer su puente. Salva el río Navia con un solo arco, constituyéndose en uno de los puentes más interesantes de Galicia. Unos kilómetros más adelante, siguiendo la carretera LU-722, nos desviamos a la izquierda para visitar el Castro de Santa María de Cervantes. Se trata de un bien histórico de gran valor que atestigua la existencia de poblaciones más o menos estables en la zona desde tiempos muy remotos.
Finalmente nos dirigimos a Becerreá. Allí, en el mismo punto en el que comenzamos nuestra ruta tres días atrás, ponemos fin a nuestro recorrido por Os Ancares.