Aunque parece ser que Cabanes fue fundada en la época romana como una mansión junto a la vía Augusta, la población actual nació en 1243 como uno de los pueblos del distrito foral de Miravet. Su pujanza en todos los órdenes hizo que en 1575 se anexionasen a su término los de los antiguos castillos de Albalat (La Ribera) y Miravet.
Por ello su término municipal ahora ocupa una extensión de 131´50 kilómetros, permitiendo disfrutar, a quien lo visita, tanto de sus paisajes montañosos como de su playa (Torre la Sal) y parques naturales (Prat de Cabanes-Torreblanca y Desert de les Palmes). Su clima es mediterráneo, templado y saludable. Cuenta con una Casa de Cultura (situada en las Escuelas Viejas, C/ Teatre s/n) en la cual se realizan durante todo el año, diversas actividades culturales (exposiciones, conciertos, teatro,…). En sus dependencias, podemos encontrar también la Biblioteca Municipal.
Descubriendo Cabanes y su pasado vinculado a Roma
La ermita de Les Santes está situada en uno de los pintorescos valles de la llamada Serra de les Santes o del Desert de les Palmes. El edificio de la ermita consta de una sola nave que mide 15’20 por 7’85 metros de superficie y su bóveda de crucería está sostenida por dos magníficos arcos torales, cuyos contrafuertes de la parte de levante forman el artístico pórtico de su entrada lateral con fachada clásica de estilo toscano, coronada con dos hornacinas para las santas y en la que consta la inscripción: A 1617. En esta ermita se venera a la Patrona de la Villa: Ntra. Sra. Del Buen Suceso, más conocida como la Mare de Déu de les Santes.
A dos kilometros del municipio se levanta el arco romano de Cabanes, obra del siglo II d.C., que fue edificado como monumento honorífico para conmemorar la victoria de un general romano. El arco ha perdido las enjutas y entablamentos que han sido utilizados como abrevaderos o piedras sillares de algunas casas de la población.
La ermita de Albalat fue construida en el siglo XIV al pie del Castillo de Albalat (actualmente en ruinas) para que, además de la mayor comodidad para los asistentes al culto, sirviese también, como las otras torres existentes en la misma partida, de seguro refugio a las gentes que se veían sorprendidas por las frecuentes incursiones de los piratas berberiscos.
Las torres vigías de Cabanes, una visita obligada
El municipio de Cabanes cuenta con la presencia en sus costas de cuatro torres vigías, las cuales se construyeron durante el siglo XV para avisar y proteger a los pobladores de los alrededores de los frecuentes ataques berberiscos. El nombre de estas torres es: Torre Carmelet, Torre la Sal, Torre dels Gats y Torre del Carmen. Todas ellas poseen características similares, siendo de planta cuadrada, con tres plantas y garitas defensivas.
El origen del Castillo de Miravet fue musulmán, siendo conquistado por el Cid en 1090. El monarca Jaime I le concedió el castillo al obispo de Tortosa en 1233, por la eficaz ayuda que recibió de éste durante la reconquista de Valencia. Fue abandonado en el siglo XVI. El castillo, situado en lo alto de un cerro, domina toda la costa de Cabanes; aunque actualmente se encuentra en ruinas, todavía conserva restos de muros y ruinas del poblado y varios arcos apuntados y de medio punto.
El Ayuntamiento es una antigua «Casa de la Vila» construida en el siglo XV. Tiene una hermosa arcada sobre la calle de San Mateo y una bella ventana con arcos trilobulados. En un bombardeo durante la Guerra Civil se destruyó la fachada de la calle San Vicente, que fue reconstruida en 1940. Recuperó su original belleza gótica en la restauración que se hizo en 1981. Bajo la antedicha arcada se encuentra la antigua cárcel de la villa de Cabanes.
¿Qué más hacer en Cabanes?
La gastronomía de Cabanes es una mezcla entre la cocina litoral, donde destaca la paella con sus diferentes variantes, y la cocina del interior castellonense; es aquí donde la muestra culinaria de Cabanes enseña todo su reportorio, destacando la olla, el tombet y las carnes de caza. Dentro de la repostería típica de Cabanes destacan els prims, les oblaes (típico de Cabanes en la festividad de Todos los Santos), la coca celestial…
La fachada marítima de Cabanes viene marcada por el Paraje Natural El Prat de Cabanes que tiene sus límites en la misma orilla del mar. En su litoral, de más de 9 km. de extensión, se suceden una playa natural y otra de aspecto rústico, ambas de arena y bolos, que son muy apreciadas por los turistas. En Cabanes, además de disfrutar de un buen baño, es recomendable realizar alguno de los itinerarios establecidos para descubrir este espacio natural en el que es posible encontrar interesantes especies endémicas de flora y fauna de gran valor ecológico.
La Playa del Quartell Vell es una extensa playa virgen y natural cuyo entorno se halla marcado por el importante humedal que constituye el Parque Natural de El Prat de Cabanes-Torreblanca. La arena fina y blanca da paso en su extensión a zonas de grava en las que se practica el nudismo, sobre todo, en un área conocida como del Cuartell Vell.
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de la Comunidad Valenciana (http://comunitatvalenciana.com).