La famosa ruta internacional de Rhin recorre unos 1.300 km: comienza en Suiza, continúa por Alemania y finaliza en el delta del Mar del Norte. La parte holandesa de la ruta coincide con el final de ésta y sigue un precioso recorrido de 270 km junto al cauce del río entre los que se puede disfrutar de paisajes extraordinarios como los bosques de la región de Veluwe y el Parque Nacional De Biesbosch, los molinos de viento de Kinderdijk y el puerto marítimo de Rotterdam.
La ruta del Rhin no es una ruta circular, por lo que se pasa por innumerables lugares y el escenario cada día será diferente. Si solo queremos hacer un tramo, la mejor manera de disfrutarlo es empezar desde una estación de tren y terminar en otra. De esta manera, al acabar la ruta se puede volver al lugar de inicio sin mayor esfuerzo subiendo la bicicleta al tren. En caso de no llevar bicicleta propia, en la mayoría de las estaciones se pueden alquilar.
Podemos encontrar los planos de esta ruta en la ciclo guía en inglés http://www.nederlandfietsland.nl/en/cycle-maps-and-guides. La ruta del Rhin se encuentra en las páginas 24, 27, 28, 29 y 30 del atlas de bicicletas y al ponerse en marcha solo hay que seguir la indicación “LF”. También se puede encontrar rutas GPS para poder descargarlas en los dispositivos móviles (http://www.nederlandfietsland.nl/en/long-distance-cycle-routes/gps-tracks).
A lo largo de la ruta existen múltiples lugares para hacer una parada para recuperar energías en los llamados ‘Fietsers Welkom!’ (Puntos de bienvenida a los ciclistas). Aquí se puede disfrutar de una acogedora bienvenida, reparar un pinchazo, o simplemente resguardarse de la lluvia. Existen alrededor de 1.000 establecimientos “bike-friendly” en Holanda.