Tradición y modernidad conviven en esta gran ciudad con pinceladas de la Belle Epoque que tiene una agenda cultural de primer nivel con sus festivales internacionales de cine y jazz y su programación cultural puntera. San Sebastián es, además, la capital mundial del «pintxo». La gastronomía compite en protagonismo con la naturaleza en esta ciudad conocida mundialmente por su cocina y sus cocineros.
San Sebastián, la Perla del Cantábrico
San Sebastián cuenta con una actividad cultural inusual para su tamaño. La belleza de su Bahía, conocida como la Perla del Cantábrico, su belleza incomparable, con mar y montaña a un solo paso, su calidad de vida, y su famosa gastronomía la han convertido en destino turístico de primer nivel, tanto para españoles como para extranjeros. Nació como pueblo pesquero, fue ciudad comercial y fortaleza militar. Tras la invasión de las tropas napoleónicas fue destruida casi por completo en 1813, pero renació como ciudad de servicios al auspicio del veraneo real, ya que Isabel II eligió esta ciudad como sede vacacional. Gran acierto, majestad.
San Sebastián se configuró como ciudad culta, repleta de servicios y destino por excelencia del turismo del norte de España en los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX. La majestuosidad de sus edificios y su eclecticismo reflejo de los gustos de la realeza y la burguesía del momento, la dotaron de un carácter señorial que ha sabido adaptarse al pase del tiempo. La actividad cultural creció al mismo ritmo que la actividad turística, hasta lograr la programación escénica y cultural puntera de la que hoy goza la ciudad. El Festival Internacional de Cine, El jazzaldia -Festival de Jazz- y la Quincena Musical son las citas imprescindibles de su agenda anual que programa a lo largo del año, festivales cinematográficos temáticos como el de surf –surfilmfestibal- o el de Derechos Humanos, y eventos de las artes escénicas como el festival de teatro DFeria.
San Sebastián es un constante estímulo para los sentidos. Los paisajes, la fuerza del mar cantábrico, la bahía, sus playas, la extensa red de parques y jardines que conviven con la arquitectura tradicional, romántica y contemporánea. Cada zona de San Sebastián tiene su carácter. La arquitectura es historia en San Sebastián. Cada edificio representa una época, un estilo diferente y descubrirlos supone conocer parte de la leyenda de la ciudad. En San Sebastián conviven construcciones clásicas con obras de corte afrancesado al gusto de la Belle Epoque y a su vez, podemos encontrar edificios vanguardistas y modernos que rompen con la estética más tradicional.
El actual Ayuntamiento de San Sebastián fue, desde su inauguración el 1 de julio de 1897 hasta su cierre en 1924, por la prohibición del juego, sede del Gran Casino de San Sebastián. Con sus ruletas y en su Salón de Baile, actualmente Salón de Plenos, se entretenían políticos, escritores y artistas de la Belle Epoque. El 20 de enero de 1947 se convirtió en la Casa Consistorial de la ciudad, que cambió su sede desde la Plaza de la Constitución. En plena bahía de La Concha, con el incesante ambiente de la Parte Vieja a sus espaldas y con la tranquilidad de los jardines de Alderdi Eder de frente, el Ayuntamiento es sin duda un punto de parada obligatoria.
El corazón de la parte vieja lo ocupa la plaza de la Constitución. Su edificio central fue hasta la década de los cuarenta el Ayuntamiento de San Sebastián. Los balcones de los coloristas edificios que la rodean tienen impresos uno números que nos remontan a su pasado en el que hacía funciones de coso taurino. Hoy, sin embargo, la Plaza de la Constitución es un lugar lleno de vida y el escenario protagonista de las fiestas locales más importantes. La Basílica de Santa María es una impresionante obra barroca del siglo XVIII que preside la calle Mayor en plena Parte Vieja donostiarra. De esta obra de arte destacan la fachada barroca de matiz churrigueresco, presidida por una escultura de San Sebastián Mártir y el retablo mayor dedicado a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad. Junto a la pila bautismal, se puede contemplar una escultura en forma de cruz de Eduardo Chillida. La Basílica se construyó entre 1743 y 1774, sobre la planta de un templo anterior que ocupaba el mismo espacio. La puerta principal coincide en línea recta con la entrada a la Catedral de El Buen Pastor.
Ubicada en plena Parte Vieja, la Iglesia de San Vicente es el templo más antiguo de la ciudad. Construida durante la primera mitad del siglo XVI bajo el estilo gótico, en su interior se esconde uno de los mejores retablos del románico, obra de Ambrosio de Bengoechea y Juan de Iriarte. Junto a él, comparten protagonismo el órgano francés Cavaille-Coll, de 1868, y sus impresionantes vidrieras. En su fachada lateral, la escultura “la Piedad”, del artista Jorge Oteiza.
La Catedral del Buen Pastor fue construida en el siglo XIX. Su estética de estilo ojival está inspirada en las iglesias medievales de Alemania y Francia. Prueba de esa inspiración es la afilada aguja que corona el edificio y que le proporciona la categoría de “el más alto de San Sebastián”. En su fachada principal, destaca “La Cruz de la Paz”, obra del escultor Eduardo Chillida. Con sus 1.915 metros cuadrados es la iglesia de mayor tamaño de toda la ciudad. La Catedral se construyó con pizarra y piedra del Monte Igueldo.
Con un diseño típico de la Belle Epoque pero con un espíritu de lo más actual. Así es el Teatro Victoria Eugenia. Situado en pleno centro, con la vista puesta en el Kursaal y a orillas del río Urumea, el Victoria Eugenia ofrece al visitante una programación variada y en continuo cambio. El edificio de piedra arenisca y motivos decorativos del plateresco con formas del renacimiento español, fue creado por el arquitecto Francisco de Urcola en el año 1912. En la fachada del edificio destacan, sobre las columnas dóricas, cuatro grupos escultóricos que representan la opera, la tragedia, la comedia y el drama. El teatro Victoria Eugenia ha sido durante décadas el principal escenario del Festival Internacional de Cine y desde su renovación en el año 2007 ofrece nuevos espacios y tecnologías audiovisuales punteras.
Ubicado junto al edificio Tabakalera, muy cerca de la Estación del Norte, con sus 37824 metros cuadrados, Cristina Enea es el sitio perfecto para desconectar del ajetreo de la ciudad sin salir de ella. El exotismo de sus árboles, el romanticismo que proporcionan los cisnes y los pavos reales que lo habitan, la arquitectura de su edifico central, nos recuerdan que este parque fue un oasis de paz, un regalo que hizo el Duque de Mandas a su mujer. El diseño del parque corrió a cargo de Pierre Ducasse, autor del jardín del Palacio de Miramar y de la Plaza de Gipuzkoa.
El Palacio de Miramar fue creado para las estancias veraniegas de la reina María Cristina y la Familia Real, que decidió instaurar el veraneo real en San Sebastián, a partir del año 1887. Son impresionantes sus vistas sobre las dos playas de la bahía y la Isla de Santa Clara, que se encuentra justo enfrente. El palacio de Miramar fue construido en estilo ‘cottage inglés Reina Ana’ bajo la dirección del arquitecto inglés Seldon Wornum, que también diseñó diferentes palacios en Biarritz y San Juan de Luz. Se construyó en ladrillo y piedra arenisca con entramado de madera. Sus jardines son obra del maestro jardinero Pierre Ducasse, autor, también, de los jardines del palacio de Aiete y de la plaza de Gipuzkoa.
En sus salones se celebran los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco y además es sede del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene.
Una de las grandes expresiones de arquitectura contemporánea, es el Palacio de Congresos Auditorium Kursaal, una obra de arte que desde su construcción es seña de identidad de San Sebastián, un palacio de congresos que alberga desde festivales hasta ferias de todo tipo… Hay muchas maneras de conocer el Kursaal y cualquiera de ellas es la opción perfecta. Tanto por fuera como por dentro, estos dos “cubos” que diseñó el arquitecto Rafael Moneo ofrecen diferentes posibilidades para cada día del año.
El Real Club Náutico de San Sebastián es un edificio de estilo racionalista que reproduce un barco atracado en el muelle. Fue construido en 1928 por los arquitectos José Manuel Aizpurúa y Joaquín Labayen. Además, es la obra más importante en el contexto español de la Arquitectura Moderna y recientemente ha sido declarada «Bien de Interés Cultural» con la categoría de «Monumento». A su lado, se puede disfrutar de un reformado embarcadero y una terraza sobre el mar recientemente inaugurada.
Las playas de San Sebastián son uno de los principales atractivos en la temporada estival. Todas ellas con su personalidad. La Concha, la más conocida y la de Ondarreta, más familiar, conforman la Bahía de la Concha. Zurriola, la más joven y surfera de las playas, y la apartada pequeña playa de la isla de Santa Clara completan el elenco de playas integradas en un único Sistema de Gestión Medioambiental, y gozan de todos los servicios para el bañista.
Las mejores vistas de la ciudad las encontramos en el Monte Igueldo. El Torreón de Igueldo, del siglo XVIII, cuya función inicial de faro ha cambiado a la de mirador, preside el monte Igueldo, un lugar de diversión gracias a su coqueto parque de atracciones. Es recomendable tomar el funicular, el más antiguo de Euskadi y en funcionamiento desde 1912, para observar y fotografiar la ciudad desde una espectacular perspectiva. Destaca el faro, en el flanco occidental del monte, construido en 1855 por el ingeniero de caminos Manuel Peironcely; es el lugar perfecto para disfrutar de la belleza del mar y de los acantilados de Igueldo.
Pocas ciudades pueden presumir de tener una isla en plena bahía y San Sebastián es una de ellas. Puedes disfrutar de su pequeña playa, de los paseos hasta el singular edificio del faro, de los senderos con sus merenderos o los cafés en la terraza del bar, su cercanía respecto a las playas de la bahía también hacen posible el acceso a nado durante todo el año. Con las mareas vivas de otoño hay quien ha logrado llegar a pie con la bajamar. Desde la Isla puedes disfrutar de una vista inmejorable de la ciudad.
San Sebastián es un destino gastronómico conocido a nivel mundial, ya que en su territorio aglutina más estrellas Michelín por metro cuadrado que ningún otro lugar del mundo y ha sido cuna del renacer de la gastronomía vasca a través del movimiento “la nueva cocina vasca”. La calidad de sus materias primas y sus mundialmente conocidos, “pintxos” hacen las delicias de donostiarras y visitantes a lo largo de todo el año.
Por su gastronomía, su cultura, su belleza y su madurez como destino turístico, con una oferta de alojamientos y recursos turísticos de gran variedad y calidad, San Sebastián sigue siendo uno de los principales destinos turísticos de España.
Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de San Sebastián