En el verano de 1928, durante una estancia en su taller de la masía familiar en el municipio catalán de Montroig, Miró tomó estas dos tarjetas postales como punto de partida para tres pinturas que tituló Interior holandés. En lugar de trabajar de esa forma tan espontánea habitual en él, elaboró una amplia serie de bocetos y dibujos preparatorios. Actualmente estas pinturas se encuentran en las colecciones del Museum of Modern Art (Nueva York), la Peggy Guggenheim Collection (Venecia) y el Metropolitan Museum of Art (Nueva York). Miró donó en los años setenta las tarjetas postales, los bocetos y los dibujos preparatorios al Museum of Modern Art y a la Fundació Joan Miró (Barcelona). Este material de estudio ofrece una imagen única de la transformación a la que Miró somete las pinturas del siglo XVII que le sirvieron de ejemplo.
Con estas ‘copias creativas’ Miró se sumó a una larga tradición de artistas que volvían a interpretar y a utilizar como fuente de inspiración las obras maestras de sus predecesores para la creación de nuevas obras de arte. La colección del Rijksmuseum ha servido con frecuencia de fuente de inspiración tanto en el presente como en el pasado, pero el encuentro entre Miró y los maestros holandeses de la pintura de género constituye un punto culminante extraordinario de la historia del arte. La presentación representa una fascinante y sorprendente confrontación del Siglo de Oro holandés y la vanguardia del siglo XX. Jan Steen es uno de los grandes maestros del Siglo de Oro holandés y es conocido sobre todo por sus divertidas escenas de la vida cotidiana. A finales de los años veinte gozaba de gran fama gracias a una importante exposición y diferentes publicaciones. Joan Miró ya era considerado en los años veinte como uno de los principales exponentes del surrealismo en la pintura y se convirtió en uno de los artistas más influyentes y conocidos de su generación.