Tallinn, la capital de Estonia, aun siendo una pequeña ciudad tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Aquí queremos daros las pistas necesarias para que no os perdáis nada en vuestro próximo viaje a esta maravillosa ciudad.
La Plaza de La libertad (Vabaduse väljak)
Desde los últimos días de los Zares y durante el primer periodo de la independencia de Estonia, esta zona al aire libre en uno de los extremos de la Ciudad Vieja, se ha convertido en todo un símbolo nacional, que refleja el orgullo cívico, además de ser uno de los lugares de reunión favoritos de los habitantes de Tallinn.
El Palacio Kadriorg y el Museo de Arte Kadriorg (A. Weizenbergi, 37)
Un viaje a Tallinn no estaría completo sin la visita a este magnífico ejemplo de Palacio del Barroco del norte de Europa. Fue construido por orden de Pedro el Grande para su esposa Catalina I en el año 1718. Diseñado por el arquitecto italiano Niccolo Michetti, este grandioso palacio y los jardines que lo rodean, son un claro ejemplo de la extravagancia de los zares.
El Barrio de Rottermann (Roseni 3)
La mejor forma de comprobar cómo Tallinn ha entrado en el siglo XXI, es dar un paseo por el barrio de Rottermann, una antigua fábrica situada entre la Ciudad Vieja y el Puerto. Lo que hace tan solo diez años era una colección de edificios en ruinas, es ahora un centro cultural y comercial de la ciudad cuya arquitectura vanguardista se erige como un poderoso símbolo de lo lejos que ha llegado Tallinn en los últimos años en su proceso de reinvención.
Torre e Iglesia de St. Olav (Lai 50)
Tiempo atrás, para ser exactos entre los años 1.549 y 1.625, esta iglesia del Siglo XIII fue el edificio más alto del mundo. Pero su altísima torre de 159 metros, pensada para ser un punto de referencia para los barcos que se acercaban a la ciudad, resultó ser también un eficaz pararrayos. A lo largo de la historia de la iglesia, su torre ha sido alcanzada por un rayo en varias ocasiones incendiando tres veces toda la estructura de la iglesia.
Terrenos del Festival de la Canción de Tallinn (Narva Mnt. 95)
Este enorme centro de eventos en Kasdriorg ocupa un lugar especial en el corazón del pueblo estonio. Fue aquí cuando en 1988 comenzó la Revolución Cantada, una manifestación musical masiva contra el régimen soviético, comenzando así el camino de Estonia hacia su independencia. Estos terrenos cuentan con un recinto para conciertos al aire libre, construido en 1.959 y acoge numerosos grandes eventos y festivales a lo largo del año. Sin embargo el más importante evento que tiene lugar en este espacio, es el Festival de Canto de Estonia, un festival en el que se reúnen los coros de distintas ciudades y pueblos del país además de coros venidos de otros países, pudiendo reunirse en un mismo escenario y a la vez, hasta 35.000 personas. El Festival tiene lugar cada cuatro años y merece la pena asistir.
Pasaje de St. Catherine (Vene 12)
Sin duda uno de los callejones más pintorescos de la Ciudad Vieja, St. Catherine es una estrella callejuela que discurre entre las calles de Vene y Müürivahe, a lo largo del muro de la antigua iglesia de Santa Catalina. Lo que hace de este callejón algo tan interesante es que en él acoge al Gremio de St. Catherine, un conjunto de talleres de artesanía donde los artistas utilizan métodos tradicionales para la creación de sus obras en cristal, sombreros, colchas, etc.
Catedral de Santa María (Toom-Kooli 6)
Esta luminosa iglesia medieval situada en el centro de la colina de Toompea, es más conocida por los lugareños como Toomkirik (la cúpula de la iglesia) y es la principal iglesia luterana de Estonia. Fundada antes del año 1.233, ha sido reconstruida en varias ocasiones desde entonces, la iglesia muestra una interesante mezcla de estilos arquitectónicos. Su cuerpo principal abovedado data del Siglo XIV, mientras que su torre barroca fue añadida en el Siglo XVIII.
Castillo de Toompea (Lossi plats 1)
Situado en lo alto de un acantilado de piedra caliza y elevado sobre toda la ciudad, el Castillo de Toompea ha sido siempre el centro de poder en Estonia. Desde que los Caballeros Alemanes de la Espada construyeron en este lugar una fortaleza de piedra entre los años 1.227 y 1.229, cada imperio que ha pisado las tierras estonias, ha utilizado este castillo como cuartel general. En la actualidad, acoge el Parlamento Estonio. El castillo ha sido reformado en innumerables ocasiones desde su construcción.
Plaza del Ayuntamiento de Tallinn (Raekoja plats)
La pintoresca Plaza del Ayuntamiento ha sido el centro indiscutible de la Ciudad Vieja durante los últimos ochocientos años. Rodeado de elaboradas casas de comerciantes, y durante el verano llena de terrazas de los cafés y restaurantes en ella situados, la plaza es un imán natural para los visitantes. Históricamente sirvió como mercado y punto de reunión y en este lugar se produjo, al menos una ejecución (resultado de una disputa acerca de una tortilla mal hecha.) En la plaza encontramos una pequeña piedra redonda con la rosa de los vientos… ¿Podrá encontrarla?
Los Muros de la Ciudad (Gümnaasiumi 3)
Con cerca de 2 kilómetros de los muros originales de la ciudad todavía en perfecto estado, Tallinn puede presumir de contar con una de las fortalezas medievales mejor conservadas de Europa. De hecho, gran parte del encanto y la imagen de Tallinn como ciudad de cuento de hadas, son los muros y torres que rodean la Ciudad Vieja. Los trabajos en las torres de defensa comenzaron en el año 1.265, pero el actual trazado de los muros data del Siglo XIV. Tres de las torres se encuentran abiertas al público para visitas.