En palabras del propio autor el argumento trata de indagar “en lo mejor de la vida –lo menos malo, diríamos– que es su capacidad de sorprendernos. Extraño anuncio quiere convertirse en una sorprendida investigación sobre la inconsistencia de la realidad; un juego –conviene insistir en esta palabra- en el límite entre lo que ha ocurrido, lo que ocurre y lo que ocurrirá. Nadie es uno entero y de una vez; el fraccionamiento alucinante de nosotros mismos nos convierte al mismo tiempo en actores y público, en observadores y observados, en vivos y muertos”.
Esta obra, atrevida e inquietante, de elaborada estructura narrativa, se mueve en el terreno del suspense, la duda salpicada de ironía y de un humor elegante con el que el autor nos envuelve y arrastra en una atmósfera que oscila entre la vigilia y el sueño, y nos plantea el apasionante reto de saber si estamos vivos o muertos.